Sólo recuerdo que esta es una traducción amateur y puede contener errores. Así que si tienen sugerencias para mejorar tal o tal cosa, las pueden dejar en la caja de comentarios que con gusto las revisaré. En todo caso lo de siempre, si quieren leer una mejor versión vayan a la original. Esta es sólo una tentativa por acercar al público no angloparlante a este muy buen libro. Además, el texto que se utiliza para esta traducción es la primera edición.
PARTE 1: EL
NACIMIENTO
Capitulo
1: 1988-1996 El bebecito del señor Turner
“Ted me llamó y me dijo: “¡Hey Vince a que no adivinas.
Estoy en el negocio del rasslin!”
Vince Mcmahon, dueño de la WWF
Mientras muchos
creían que la WCW nunca iba a morir y se llevaron una sorpresa en el 2001, otros
pensaron que debió haberlo hecho mucho tiempo antes, incontables veces, en razón de
las continuas pérdidas de dinero que tuvo. No obstante, la idea de que la WCW
perdió muchísimo dinero en sus primeros años, no corresponde a la verdad. En
realidad, en sus primeros cinco años de existencia, la WCW no perdió sino 6
millones de dólares por año, una cantidad pequeña, si consideramos que recibían
de Turner 4 horas de excelente rating en cada semana del año. Algunos dentro de
la organización del magnate ponían el grito en el cielo por las pérdidas, pero
a Ted no le importaba; en efecto, él era el organizador de la compañía y cuando
la junta directiva le sugirió que acabara con WCW en 1992, él les respondió que
el wrestling crearía una Superstation, y por tanto, mientras él
estuviera en el cargo, eso no pasaría. A continuación les ordenó que nunca más
le llevaran esa idea, cosa que no volvieron a hacer.
Cuando Turner
estuvo fuerte detrás de la WCW, no
importaba lo que ocurriera ni cuánto dinero perdiera la empresa; él siempre
estuvo ahí, sin importar la clase de cosas malas que pasaran. Este sentido de
seguridad conllevó muchas veces a tomar pésimas decisiones. Poco importaba que
se desperdiciara dinero, ni que se alienara a sus empleados y fans; Ted Turner
siempre estuvo ahí para sacarlos a todos del embrollo.
Todas las
razones de por qué la compañía debió estar muerta o pudo morir antes, tienen su
historia. Después de todo, estamos hablando de una compañía que tenía como 100
años de existencia… o eso era lo que decía uno de los mitos que los fanáticos
de WCW pregonaban, ya que la verdad era muy diferente.
Cuando el
promotor “Big” Jim Crockett murió en 1973, sus bienes fueron
traspasados—incluyendo las Jim Crockett promotions, en las cuales corrían los
pro-wresting shows— a su hijo Jim Jr. Por décadas, los Crockett, como otros
promotores de la National Wrestling Alliance (NWA), intentaron traer prestigio
a su organización afirmando que su mayor título, el World Heavyweight
Championship, había nacido en 1905. Su campeón afirmaba que un título con ese
linaje había dejado huella al convertir en leyendas del siglo a George
Hackenschmidt y Frank A Gotch, lo cual,
en honor a la verdad, es parcialmente cierto, ya que la NWA, que ayudó a formar
la WCW, tuvo su origen en 1905 junto a las críticas que se le hicieron.
Sin embargo, esta
pequeña confusión viene del hecho que existen dos NWA diferentes: la empresa
del siglo National Wrestling Association y la moderna National Wrestling
Alliance. La NWA de hoy nació en 1948 luego de que seis promocionadores en un
encuentro en Waterloo, Iowa, nombraron al promocionador de Deis Moines (Iowa), Pinky George, como primer presidente, y
al promocionador de la ciudad de Kansas, Orville
Brown, como el primer campeón. Lou Thezs ganó ese título en 1949 y luego el
de la National Wrestling Association en 1950. Como el grupo controlaba todos
los títulos mayores, el campeonato NWA se transformó en el más prestigioso trofeo
mundial por casi 40 años. En abril de 1984, fue uno de los 3 grandes títulos de
USA, junto a los títulos mundiales de la AWA (promocionado por Verne Gagne) y
de la WWF (promocionado por otro junior, Vincent Kennedy Mcmahon).
El Vince Mcmahon
original —Vincent James Mcmahon para ser preciso—era hijo del promotor de boxeo
y wrestling Jess Mcmahon. Vince Sr promocionó
la World Wide Wrestling Federation (ellos quitaron una W en 1979) desde 1963, en
el noreste. La exitosa compañía, cimentada en el Madison Square Garden, fue
construida a través de leyendas como Bruno Sammartino, Superstar Billy Graham y
Bob Backlund. Sea cual fuere la situación, Vince Mcmahon Sr se estaba volviendo
viejo y su hijo—el bien parecido anunciador en sus shows de wrestling—estaba
impaciente por generar un verdadero impacto. Vince Sr, sin embargo, no estaba
seguro de él. Nunca quiso que éste fuera un wrestler y posiblemente no quería
verlo más envuelto en el negocio. Además, el pequeño Mcmahon mostraba que tenía
unas grandiosas ideas.
El wrestling fue
siempre un negocio territorial con diferentes grupos promocionando
exclusivamente en su área del país. Ahí podíamos ver a Roy Welch en Alabama,
Nick Gulas en Nashville, Leroy Mcguirk en Oklahoma y Sam Muchnick en St Louis; junto
a otras dos docenas. Mientras que los promocionistas podían aventurarse a veces
en territorios enemigos, ninguno pensó en hacer lo que Vince Jr planeaba hacer
en una escala masiva: promocionar el wrestling en donde fuera.
A diferencia de
lo que piensa la mayoría, Vince Jr no fue la primera persona en promocionar el
wrestling a nivel nacional. Los eventos del Madison Square Garden de su padre
salieron en la cadena MSG por los años 70. Cuando la Ted Turner’s Atlanta WTCG UHF Station inició en satélite como Superstation en 1976, ellos tomaron la
empresa Jim Barnett’s Georgia-based
promotion nationwide y sacaron al aire dos shows a la semana: Georgia Championship Wrestling los sábados
en la noche y Best of Georgia
Championship Wrestling la siguiente tarde. La estación creció rápidamente
para servirle a 15 millones de personas y ese show de wrestling fue el primer
programa en atraer más o menos un millón de personas al cable. Los promotores
de la NWA no aprobaban esto, por lo que Vince Sr les respondió que sería
ridículo dejar de publicitar el Garden. Barnett por su parte les dijo que no
importaba que pasara, su show seguiría siendo protagonizado por luchadores de
Georgia. A pesar de lo anterior, varios años después, Turner solicitó que el
nombre de la compañía fuera cambiado a uno menos regional y de esta forma paso de ser Georgia Championship Wrestling a World Championship Wrestling, el cual
era el nombre de una promoción que Barnett estaba llevando por la televisión
por cable de Australia. Barnett diría después que aquello era imparable. Y estaba
en lo correcto.
En 1982 Vince Sr
cedió y vendió la World Wrestling Federation a su hijo. El trato, sin embargo,
fue que si Vince Jr no pagaba uno de sus pagos trimestrales, la WWF volvería a
los tres socios originales de Mcmahon: Bob “Gorilla Moonson” Marella, Phil
Zacko y Arnold Skaaland. Aunque muchos
creen que Vince Sr nunca estuvo consciente de los grandes planes de su hijo, otros
creen lo contrario. Según parece, incluso si Vince Sr sabía lo que pasaba, no
creía que su hijo sacara su plan adelante. Poco después de vender la compañía,
a Vince Sr le fue diagnosticado un cáncer que lo llevó a la muerte meses
después.
Aquellos que
dudaban sobre la solvencia de Vince Jr no podían estar más equivocados. No sólo
llevó a la WWF al nivel nacional, sino que creó un monopolio para los 5 años
subsiguientes. Uno de sus mayores ataques fue el de ofrecer contratos
lucrativos a las estrellas (y en ocasiones chicos que nadie en sus cinco
sentidos vería como estrella) de otros territorios, siendo la compra más
llamativa la hecha a Verne Gagne de la AWA. Vince ofreció comprar inicialmente
la promoción de Gagne de un solo golpe, pero no le aceptaron la oferta. Por ello,
decidió ir por las mejores estrellas de Gagne, incluyendo a un joven de cabello
mono, musculoso, que se hacía llamar Hulk Hogan; que fue el único que llegó de
aquella empresa a su compañía.
Mcmahon
rápidamente hizo que el prolongado campeón de su padre Bob Backlund perdiera el
titulo con el maligno Iron Sheik, quien posteriormente, en enero 23 de 1984 sería
vencido por Hogan en el Madison Square Garden y su terrorífica legdrop of doom, iniciando aquel periodo
exitoso de la Hulkmania.
Aumentar la sintonía
en la televisión fue el siguiente paso. En aquellos días, muchos promotores de
wrestling estaban de amores con sus televisoras afiliadas ya que, en muchos
territorios, la gente de la tv transmitía gratis los shows y ganaba dinero con
la publicidad. Así, la gente del wrestling, sólo se preocupaba por escribir los
programas para atraer los fans a la arena. Además, en algunos territorios—como
por ejemplo Memphis para Jerry Jarrett—las estaciones de tv les pagaban a los
promotores para que su show apareciera en su bandeja de televisión. Vince viendo
la situación, viajó territorio a territorio ofreciendo a los gerentes de las cadenas
no solo sus buenas cintas de tv (diferentes a las de los demás programas que
eran filmadas con pésima calidad en lugares lúgubres), sino también pagar por
salir al aire.
Continuando su
expansión, Mcmahon compró la Georgia
Championship Wrestling por $750.000 y de paso, el tan codiciado tiempo de
los sábados y domingos en la TBS, donde buscaba (obviamente) cambiar las cintas
de los luchadores de Georgia, por las de sus superestrellas de la WWF. El
problema de su plan era que existía una enorme diferencia entre los dos
productos: el show de Georgia tenía énfasis en la acción en el ring de
talentosos trabajadores, mientras la WWF, que salía al aire por USA NETWORK,
mostraba un puñado de luchas en las que un luchador aplastaba al otro[1].
Cuando el cambio
de programa tuvo lugar en el llamado “Black Saturday” (14 de julio de 1984[2]), muchísimos
aficionados se enfurecieron con la Superstation.
La respuesta de Turner fue entregarle a Ole Anderson un espacio de tiempo a
las 7 am para que abriera su Championship
Wrestling from Georgia Inc (la cual no duró mucho). También le entregó a la
Mid South Wrestling de Bill Watts un
espacio de tiempo de una hora los domingos, y se comprometió a financiarlos
para que pudieran competir a nivel nacional con Mcmahon. Vince estaba indignado
porque creía que comprando la GCW tendría un lugar exclusivo en la TBS. Turner
que no estaba de acuerdo, sintió que Vince incumplía la cláusula del contrato que
lo obligaba a producir un programa semanal desde un estudio de Atlanta y
por tal razón pensó: si Vince no lo hace, alguien tiene que hacerlo. Con esto
empezó la guerra de 20 años entre Mcmahon y Turner.
Mid-South no hizo las
cosas más fáciles para Vince, ya que fue
un show bien bookeado y entretenido que destrozó los programas de Mcmahon en
rating. Turner, que había prometido financiar a Wattss, estaba listo para echar
a Vince de la estación. No obstante, la entrada de Jim Barnett (un viejo promotor y amigo de Turner) cambió
las cosas en esta historia. Barnett negoció un trato entre Mcmahon y Crockett
Jr, para que el segundo, le comprara a Vince los espacios que este tenía en TBS
por la suma de un millón de dólares. Turner estaba extasiado: no solo había
corrido a Vince, sino que había popularizado wrestlers como Dusty Rhodes o los Four Horsemen. Vince estaba
probablemente contento porque hizo cientos de millones de dólares en el trato. Watts
estuvo de acuerdo con dar un paso al costado y en el último episodio de Mid-South Wrestling presentó a los
luchadores de Crockett, diciendo a los fans que ahora podían ver buena acción en
la NWA.
Estas dos compañías
siguieron subiendo en el top nacional y el feudo Mcmahon-Crockett continuaría
durante los siguientes años. Los pequeños territorios no pudieron competir con
el nivel de exposición en la tv, dando como consecuencia su muerte. Entre los
promotores que trataron de sobrevivir, estuvo Watts, el cual intentó ir a nivel
nacional sin muchos resultados a causa de los los altos costos. Por ello, vendió
su compañía en cuatro millones a Crockett, quien sólo terminó con aproximadamente
1.2 millones cuando todo estaba dicho, porque resultó que éste tampoco pudo
costearse lo necesario para estar en el nivel nacional.
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Después de comprar la compañía de Watts conocida como la Universal Wrestling Federation (ustedes
saben, porque el universo es más grande que el mundo… en serio, por eso el
nombre), Crockett bookeó una ingeniosa invasión
que consistió en que todos los chicos acababan con los de UWF
mostrándolos de esta manera como unos completos perdedores. Crockett estuvo por
delante de su época, ya que a diferencia de la invasión WWF/WCW del verano de
2001, esta fue ingeniosa, se hizo casi sin dinero y falleció con una muerte
rápida indolora.
Crockett tenía unas
ideas brillantes, de las que nunca aprendió nada. Contrataba chicos a quienes
ofrecía grandes tratos que nunca podía cumplir. Defraudó a sus fanáticos leales,
presentando Starrcade (el equivalente
de Wrestlemania para NWA) en Chicago,
es decir fuera del sur por primera vez en la vida. Además de eso, volaba solamente
con las mejores estrellas en un jet privado demasiado caro y permitió a Dusty
Rhodes llevar la compañía al desastre con un bookeo que tenía como característica
principal los finales de mal gusto que escandalizaron a los fans. Estos finales
(que se conocen en la industria como dusty
finish) consistieron en que (por lo general) un babyface (chico bueno) ganaba el título (o simplemente una lucha) y
luego en televisión, se daba marcha atrás al resultado.
En otro momento
de inspiración, Crockett coloco al mid-carder Ron Garvin a derrotar al joven
campeón Ric Flair, en una lucha donde se peleaba el título mundial. Como Garvin
era un babyface, los fans no vieron
con buenos ojos que éste derrotara al Nature
Boy y por tanto, los ratings cayeron de 4.0 a 2.8—la caída más rápida de la
historia.
Más tarde en
1987, Crockett anunció que el show anual Thansgiving
Night Starrcade sería transmitido por primera vez en PPV el 26 de
noviembre. Al igual que Mcmahon con el primer Wrestlemania, Crockett estaba apostando
la existencia de su compañía al éxito de este show, endeudándose hasta el
cuello. Mcmahon, que sabía de los riesgos que habían tomado las Jim Crockett
Promotions, decidió lanzar también un PPV en la noche de acción de gracias: Su
primer Survivor Series.
Crockett que no
quería enfrentarse con Mcmahon (que estaba haciendo excelentes números en los PPV
de esos años) cambió el evento a la tarde de Thanksgiving. Las compañías de
cable se emocionaron al oír esto, ya que esperaban que los fans compraran ambos
shows y se dedicaran a ver wrestling todo el día. Pero Vince tenía otras ideas:
dijo que cualquier compañía que sacara al aire el PPV de Crockett, no le
permitiría transmitir el siguiente Wrestlemania. Puesto que
Wrestlemania se había establecido como el rey del PPV de wrestling en su
tiempo y Mania 3 fue un grandísimo éxito financiero que básicamente creo el
género, todas las cinco compañías del país eligieron sacar al aire Survivor
Series y no Starrcade. Crockett estaba acabado antes de que el show empezase.
Esforzándose por
sacar su compañía adelante, Crockett planeó su venganza: el bookeo de su
siguiente PPV, The Bunkhouse Stampede, en
el Nassau Colisseum, un establecimiento que se encontraba en el territorio de
Mcmahon. Nadie sabe a ciencia cierta por qué Crockett pensó que esto era una
buena idea, ya que su producto no tenía antecedentes en esta área y era
inevitable que cayera, teniendo solo 6 mil fans y 80.000 dólares. Pero la cosa fue
aún peor. Mcmahon tenía un plan: sacar al aire el primer Royal Rumble (una
modificación de la battle royal en la cual cada hombre entraba después de dos
minutos de intervalo) en vivo desde Hamilton- Ontario, en la cadena USA; cara a
cara con el PPV de Crockett. El Rumble termino con un rating de 8.2, el más
alto de cualquier show de wrestling en la historia de esa cadena, incluyendo
los Monday Night Wars. Y si nada podía ser peor para los Crockett, el Rumble
fue extensamente considerado como un show superior al PPV de los Crockett, el
cual fue encabezado por la lucha Flair vs Road Warrior Hawk que tuvo otro
trillado dusty finish.
A pesar de lo
que podría parecer, Crockett no estaba acabado. Su siguiente idea fue la de pasar
gratis Clash of the champions en TBS
en marzo de 1988, cara a cara con Wrestlemania
IV. Esta vez, su plan fue un éxito, ya que Clash hizo un 5.8 y la lucha del main event de Flair vs Sting fue la más
vista en la historia de la televisión por cable al marcar un 7.8. Wrestlemania
IV por otro lado, tuvo un miserable show
titularizado por Randy Savage derrotando a Ted Dibiase para ganar el vacante
titulo de la WWF.
A pesar de que
Vince hizo la misma cosa con el Royal Rumble, la industria del cable estaba colérica
con Crockett y Turner por haber tenido la osadía de sacar al aire un show
gratis para enfrentar a Wrestlemania. Poco importaba que Mania hubiese hecho
585.000 ventas (las más grandes en la historia). El problema era que el
universo del PPV se había duplicado ese año y sin importar que hubieran hecho
una venta record, sentían que el show pudo haber dado más sin esa competencia.
Las compañías de wrestling empezaron amontonar su dinero para los PPVs y las
compañías de cable se llevaron un buen pedazo del pastel (¡como el 60% de los
beneficios!). A Turner se le dijo que no debería permitir que volviese a pasar algo así.
A pesar del
enorme éxito de Clash, a Crockett se le informó que su compañía quebraría más
temprano que tarde. A pesar del desastroso año, las grandes sumas de dinero que
pagadas por los contratos, sus vuelos en jet, sus viajes, besos robados, paseos
y viajes en limosina; Crockett estaba impresionado con esta revelación. Había
calculado que podía hacer muchísimo dinero con los PPV gracias a la publicidad
nacional. Desafortunamente, Vince pisó más fuerte con sus PPV y los
patrocinadores (como hoy) pensaban que sólo gente del lugar veía Southern Pro Wrestling
y no pagarían mucho por el tiempo de comerciales.
Turner vio
entonces que las cosas no iban muy bien y se interesó en comprar la compañía. Él
tenía un lugarcito en su corazón para el wrestling; lo cual junto al hecho de
que el programa de Barnette había tenido éxito pocos años antes, lo
convencieron de que no cometía un error y a su Superstation le iría muy bien. Así que en el verano del 88, poco
después de que Crockett tomara un préstamo de 600.000 dólares para pagar la
nomina, Turner compro las Jim Crockett Productions por 9 millones de dólares.
Si bien Turner no era el dueño absoluto de la NWA, sí lo era de la mayoría de
sus miembros y de sus mejores estrellas. A la familia Crockett le quedó una
minoritaria parte (que sería comprada posteriormente) y se les dio un trabajo.
Esto incluía a Jim, quien, después de años en el negocio, se convirtió en un
consultor cuyas ideas nunca fueron usadas.
En los
siguientes años, la audiencia vería lo alto y lo bajo de lo que sería esta
World Championship Wrestling, pensando en lo horrible que parecía esto, al
menos con un billonario como Turner no permitiendo que la compañía fuera sacada
del negocio.
Durante los
primeros años de la WCW bajo el imperio Turner, el bookeo estuvo ping-pongeado[3]
por dos personajes: Dusty Rhodes y Ole Anderson. Sorprendentemente, a pesar de que
los dos bookearon de manera exitosa en promociones regionales, ninguno de los
dos tenía idea de como funcionaba una compañía de wrestling nacional. Ambos
tenían sus propias agendas, es decir, ambos se daban el push de main events y les
subían el sueldo tanto a sus amigos, como a ellos mismos. Cuando las cosas no
iban como ellos querían, tenían la tendencia a actuar como pequeños bebés,
haciendo cosas que ni a ellos, ni a la compañía, les traía nada bueno.
Un ejemplo de
esto ocurrió en 1988, cuando altos directivos de la jerarquía Turner le informaron
a Rhodes que sangrar estaba prohibido en los programas de la WCW. Éste furioso
con lo informado, hizo ir a los Road Warrior al ring para que tomaran una gran
estaca de metal y lo golpearan en el ojo. Un golpe suficiente para que el ojo
de Rhodes empezara a tomar un color rojizo. Nadie se sorprendió – con excepción,
de pronto, del mismo Dusty Rhodes— que fuera despedido inmediatamente.
Cuando la WCW
dejó de ser su hogar, Rhodes buscó empleo al norte pasándose al lado de Vince
Mcmahon y la WWF. Mcmahon estaba más que feliz de darle la bienvenida en su
empresa y por esto, le compro nuevos trajes. ¿Cuáles trajes? unos apretados de
látex y oh, ¡con brillantes puntos gigantes amarillos! Él les mostró por
primera vez a los fans de la WWF una serie de estúpidas viñetas en las que
Rhodes entregaba pizza, lavaba inodoros y limpiaba con una pala excremento de
caballo. Como ven, así es como varias compañías operan en el wrestling. Usted,
el promotor, no le gusta alguien en la empresa de la competencia. Las
circunstancias obligan a ese sujeto a buscar trabajo, por lo que usted lo trae
a la compañía y se rehúsa a darle el puesto de trabajo que solicita. Sin
embargo, lo trae humillándolo completamente. ¿Cree que los fans quieren ver
eso? No. ¿Al caso
importa? No, porque todo es acerca de mostrar al chico que no te gusta quién
tiene el poder.
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El suceso del traje
de puntos amarillos, no fue el primero entre Vince y Rhodes. En 1987 la WWF
creó el personaje de un sirviente que respondía al nombre de “Virgil”, ya que
el nombre real de Dusty era Virgil. Si esto no les parece lo suficientemente
inmaduro, años después cuando Virgil se pasó a la WCW, le fue cambiado el
nombre a “Vincent” para devolverle la puyita a Mcmahon. Vincent/Virgil termino
su carrera de parodias más adelante en WCW siendo renombrado otra vez como
“Shane”, esta vez para burlarse del hijo de Vince.
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Después de haber
hecho el ridículo en la WWF, Dusty regreso al imperio Turner para arreglar el lío
que había dejado Ole Anderson en 1990. Quién sabe por qué ellos creían que
recontratarlo era una buena idea, teniendo en cuenta su historial, bookeandose
y dirigiéndose como la estrella del territorio.
Pero aparentemente, el vicepresidente de la WCW hizo que Dusty Rhodes
volviera a bookear por el año de 1991, justo para el primer PPV del año Wrestle War.
Llegó volando
con una de sus mejores creaciones: War
Games. Eso era una lucha de relevos de 10 hombres que se encontraban en dos
rings y estaban rodeados por una jaula de acero. Los participantes entraban en
la jaula cada dos minutos. Se lanzaba una moneda para que el ganador del sorteo
tuviera la ventaja dentro de la apertura de la lucha, haciendo que de esta
manera se diera una superioridad de dos contra uno, tres contra dos, cuatro
contra tres y cinco contra cuatro. La lucha no se decidía hasta que los diez
hombres entraran en la jaula, momento en el cual empezaba el match beyond[4]. La
idea era ingeniosa y dio lugar a algunos combates memorables. El Wrestle War no fue la excepción y en él,
el top heel Sid Vicious envió a Brian Pillman a lo alto de la jaula para luego
depositar su cuello en la lona. Si Dusty estaba intentando impresionar sus
jefes—tanto viejos como nuevos—lo hizo al bookear este show.
Como no existían
PPVs estadounidenses en mayo, la WCW realizo un show co-promocional con la New
Japan Pro Wrestling en Tokio llamada Rumble
in the Rising Sun, protagonizado por estrellas de ambas empresas. En el
evento, el campeón Ric Flair perdió el título mundial con Tatsumi Fujinami…de
alguna manera. La storyline era que Fujinami cubría al campeón, después de
haberlo lanzado de lo alto de las cuerdas—lo cual daba para descalificación en
WCW. De todas formas, en New Japan no era considerado como DQ por lo que fue
considerado en su empresa como el nuevo NWA World Champion.
Sin embargo, aquel
hecho fue arreglado perfectamente en el siguiente PPV de WCW: Superbrawl. En el show, Flair recuperó
su titulo en una pelea decente; pero también se dio una extraña lucha de
babyface vs babyface entre los dos equipos más populares de la compañía: Sting
y Lex Luger contra los Steiner Brothers, en el que acabaron con la casa.
Lamentablemente, Scott Steiner se desgarró uno de sus bíceps, por lo que quedó
fuera de acción por casi un año. En otra llamativa lucha, el Gigante derrotó a
Sid Vicious, en una pelea que puede ocasionar pesadillas al tonto que se atreva
a verla. Sid dejó el pueblo al finalizar el show y se fue de la WCW dejando a
la empresa sin una de sus mejores estrellas. Vicious era un caso perdido para
la compañía, pero nada en comparación al fiasco que tendría lugar en junio, cuando
uno de los más grandes cataclismos del wrestling tuvo lugar.
Para explicar cómo
empezó todo, volvamos un poco y miremos lo que estaba pasando detrás de escenas
entre Ric Flair y el Vicepresidente de la WCW Jim Herd. Held sentía que Flair,
de cuarenta y dos años, había llegado a su cúspide y debía ser reemplazado. Él
le dijo a Flair que debería cortarse su conocida melena rubia, colocarse aretes
y cambiar su nombre a Spartacus. Mientras esto pasaba, los directivos no
estuvieron pendientes del contrato de Flair, el mejor pagado de la compañía. No
había enemistad entre los dos, ya que Flair veía a Herd sólo como un traje
corporativo; lo cual en efecto, era cierto, si tenemos en cuenta de que, con
una mirada de su historia laboral, éste era un alto directivo de Pizza Hutt
cuando llegó a trabajar con Turner. Obviamente los dos negocios son totalmente
diferentes y a Herd se le había hecho difícil comprender los conceptos básicos
del wrestling, incluyendo que los fans de WCW querían pagar por ir a ver las
luchas de Ric Flair. Teniendo en cuenta esto, Herd ofreció renovarle el
contrato a Flair pero con una pequeña sorpresa: la disminución de su salario a
la mitad de lo que estaba ganando. Flair le respondió diciéndole que se podía
meter su contrato por el recto. La riña entre los dos continuó durante los
siguientes meses, en los cuales Herd llamaba a Flair para que perdiera su título
en cada show, a lo que este se negaba. Finalmente Herd simplemente le dijo a
Flair que le iba a quitar el título de cualquier manera y su plan era que la
WCW declarara el cinturón como vacante.
Todo estaba
perfecto en teoría, pero desafortunadamente para la WCW, Herd no pudo hacer
esto porque Ric Flair era el dueño del título físico. Lo que pasaba era que en
esos días, el campeón de la NWA debía dejar un depósito de 25.000 dólares para
tener el titulo. Entonces como Flair no había perdido nunca el titulo en el
ring, ni tampoco le habían devuelto sus $25.000, calculó que podía hacer lo que
le diera la gana con éste. Por ello Flair le envió su titulo a Mcmahon para que
este lo mostrara en sus shows. El manager Booby Heenan hizo público que el
verdadero campeón del mundo iba en camino a la WWF. Los fans que miraron la WWF
en casa se quedaron estupefactos al ver este cambio de planes donde finalmente
vieron su tan anhelado dream match
entre el campeón de la WWF Hulk Hogan contra el campeón de la WCW Ric Flair.
Herd pensaba que
podía respirar tranquilo cuando Flair se fue de la compañía, pero una vez el cinturón
fue mostrado en la WWF y la empresa se volvió un caos total. Herd se volvió un patán
con todo el mundo, desde los oficiales de Turner hasta los mismos luchadores.
Inmediatamente cayó totalmente en pánico e intento traer de nuevo a Flair a la
compañía ofreciéndole muchísimo más dinero del que recibía de Mcmahon. Flair,
viendo como estaba operando la WCW, le dijo sencillamente “gracias pero no”.
Sin poder traer
de nuevo a Flair a la compañía, Herd sabía muy bien que debía recuperar el título.
WCW puso entonces una demanda legal que obligó a Flair a devolver el titulo.
Esto sentó un precedente importantísimo que tendría un mayor impacto en los
años que vendrían: la corte dijo que los cinturones de wrestling profesional son
un símbolo valioso de la promoción que representan y por tal razón si Flair
continuaba usándolo en WWF, la WCW podía demandar por los daños ocasionados.
Por esto la WWF intento hacer un cinturón falso de la WCW para que Flair lo
vistiera. La corte no estaba satisfecha con esto, así que la WWF le entrego un
titulo tag que fue digitalizado en la televisión. La corte continuaba
insatisfecha. Así que la WWF puso a ganar a Flair su versión del World Title y
desechó la otra versión en su totalidad.
Para Herd, la
pesadilla Flair había terminado, aunque en realidad tan solo estaba empezando.
Lo primero que
le tocaba hacer a Herd era coronar un campeón. El plan era hacerlo en el
siguiente PPV que era Great American Bash
desde Baltimore. Herd y Dusty vieron una oportunidad para que la WCW
empezara de nuevo, no solamente con un nuevo campeón, sino con un nuevo
enfoque. WCW necesitaba que el show fuera un gran éxito. Los fans no estaban
muy feliz con que Flair se hubiese ido de la empresa y lo hicieron sentir con
sus cantos de “we want Flair”[5] en
cada encuentro. Con una multitud realmente molesta, era crucial que Bash pudiera entretener a los fans para
demostrar que la WCW podría salir adelante sin Flair.
El show empezó
con una scaffold[6]
match que consiste —para los que nunca han visto esta clase de encuentros— en
un combate en el cual se levanta un andamio encima del ring y los combatientes
buscan botar al piso al otro. Esta clase de pelea no solo es peligrosísima, por
lanzar a los trabajadores de una altura de 15 o 20 pies, sino que también es
aburridísima, ya que después de todo, ninguno quiere ser lanzado sin estar
preparado para tirarse. Con esta scaffold
match se terminaba un feudo. Primero se había creado una gran rivalidad de dos
hombres que luchaban en peleas convencionales sin ningún buen resultado.
Entonces, al no encontrar ninguna solución a esto, decidieron realizar una
lucha que no solo acabara con el feudo, sino también posiblemente con sus
carreras.
No tenía mucho
sentido abrir con esta lucha. Menos sentido aún, tendría abrir con un montón de
mid-carders como el Rapmaster Pn News, un personaje de 400 libras que si se
cayera no solamente rompería el ring sino también el suelo de concreto. De
todas formas, los cuatro hombres que participaron en la lucha dieron lo mejor
de sí, caminando de puntillas alrededor de la plataforma y haciendo lo posible
para no perder el equilibrio. Después de 10 minutos de “acción”, sonó la
campana sin que nadie hubiera caído del andamio y se dio uno de los mayores
engaños conocidos del wrestling. La lucha terminó porque uno de los
combatientes capturó la bandera del otro. Esta nueva regla, nunca antes había
sido dispuesta para este tipo de luchas, sobre todo, porque fue publicitada en
las semanas anteriores un simple scaffold
match. Esto era básicamente un señuelo, que aumentaría en los shows de la
WCW. Unos pocos buuu empezaron a esparcirse por la arena.
Después del
fiasco de la scaffold match, la WCW
sacó unos caricaturescos personajes—un mago (Oz), un leñador (Big Josh) y un verdugo encapuchado
(Black Blood) — los cuales dieron lugar a unas luchas horribles. Después, el
momento decisivo entre dos grandes compañeros Ricky Morton y Robert Gibson decepcionó
a la afición, tanto como lo hizo la disparatada chain match[7]
entre Sting y Nikita Koloff. La multitud tuvo que presenciar la peor lucha
hasta el momento que estuvo a punto, no solo de cargarse al show, sino a la
empresa totalmente. El fiasco total lo haría finalmente el evento estelar de la
noche: Barry Windham contra Lex Luger por el WCW World Title.
Lex Luger fue un luchador importante de la
compañía desde su debut en 1987. Con su adornado físico, estaba siendo visto
como el sucesor de Ric Flair. Después de todo, él había estado intentando
hacerse con el título de la WCW por un buen tiempo durante los 4 años que había
estado ahí. La lucha inicialmente iba a ser Flair defendiendo su titulo contra
Luger, con lo cual cada fan en el país pensaba que él iba a dar el paso grande
de ganar el título. Cuando Flair dejó la compañía, era más que obvio que Luger ganaría
el titulo, a pesar de que podría quedar en el aire, durante su reinado, la
sensación de que él nunca derroto a Flair.
Ciertamente tenía sentido que Luger estuviera
en el main event, siendo el otro, un misterio. No existía duda de que Barry
Windham fuera un sólido luchador en WCW y WWF, pero no era realmente un
main-eventer. Él había estado en pocos main events (generalmente contra Flair)
durante toda su permanencia, pero en 1991 no era nadie. Él había sido enterrado
en un tonto feudo con Brian Pillman, donde estuvo participando como el
enmascarado Yellow Dog (otra tonta creación
de Dusty). Durante el reinado de Flair, no estuvo nunca en la escena del título y el hecho de que de un momento a otro se
convirtiese en el contendiente numero 1 era absurdo. Los fans simplemente no
les gustó ver a Windham como contendiente numero 1 porque éste no había sido
presentado como tal en años.
La lucha tuvo lugar en los confines de una
jaula de acero (probablemente algo bueno, ya que los fans estaban botando toda
clase de basura al ring) y Windham y Luger procedieron a “entretener” a los
fans con una de las luchas por el título más aburrida en años. En ese momento
el público desató su frustración con la empresa. Empezaron a gritar we want Flair en la arena, en unos
gritos que se podían oír en todas las transmisiones del PPV.
Pero no todo había terminado. La WCW en un
momento de infinita sabiduría decidió bookear a Luger ganando la lucha, pero
con el manager heel Harley Race ayudándolo. Sí, la WCW volvió a Luger heel, con
la mentalidad de que si Flair fue bueno en ese campo, Luger podría hacerlo
mejor. No era una mala idea en teoría (aunque comparar a Luger con Flair era
absurdo), pero hacerlo en una noche donde lo más probable era que saliera mal
era una pésima idea. Sin importar todo lo que les toco soportar, la única cosa
con la que los fans contaban era con que al final de la noche tuvieran un campeón
babyface. Luger por lo tanto se llevó una gran cantidad de silbidos.
Presentar a Luger con el cinturón fue un problema y en sí, fue porque
la WCW no tuvo posesión del título como tal en ese momento. Su solución a ese
problema fue la de tomar otro título regional (The Western States Heritage title para ser más exacto) y pegarle
una chapa que decía “World Champion”.
La situación estaba empezando a volverse un embrollo.
Y lo que faltaba para la WCW se dio: no sólo la empresa no pudo arreglar las
relaciones con Flair, sino que éste se fue directamente a la competencia.
La compañía necesitaba cambiar las cosas con
Luger por lo alto y por esto, necesitaba hacer algo con Luger como heel. Así
que hicieron lo único que podían hacer: colocar a Luger en un feudo con Ron
Simmons, un chico que había estado solo compitiendo en luchas de relevos
durante su estadía en WCW.
A Simmons se le había concedido la
oportunidad por el título en el PPV de Halloween
Havok, en vivo desde Chattanooga, Tennessee. Pero antes de que los fans
tuvieran su lucha por el título, se les mostró una atracción especial como
bonus: una abominación llamada The
Chamber of Horrors. La finalidad de esta lucha de 10 hombres en la jaula
era atar con una correa a su oponente en una silla eléctrica y jalar el switch.
Si ustedes creen que ver hombres adultos golpeando sus reducidas cabezas es
entretenido—de una forma morbosa—están equivocados.
El resto del evento fue una serie de luchas
“squash”, seguidas por la de Simmons contra Luger, que no emocionó mucho al
público. Ahí estaba de todas formas, una lucha notable: el debut en WCW de Phantom, quien acabó totalmente con su
oponente de la tarde, Tom Zenk. Más adelante en el show, Phantom fue desenmascarado para mostrarse como el “Ravishing” Rick Rude, uno de los grandes
top heels de la WWF en años anteriores. No tenía mucho sentido promocionar la
aparición de Rude en este show—que pudo generar unos pocos minutes buys. De todas formas la compañía tenía un top heel en sus
manos y esto haría que pudiera ser útil durante 1992.
El año terminó para la compañía con su
tradicional y grandísimo show del año Starrcade.
Anteriormente el show siempre se caracterizaba por tener unos feudos asignados,
donde generalmente el más importante era el de la lucha por el World Title.
Este año, sin embargo, en un esfuerzo de cambiar las cosas, Dusty vino con su Lethal Lottery en donde al azar se elegían
equipos que se enfrentarían a otros para que las parejas ganadoras participaran
en una batalla real: the battle bowl.
La trampa en este caso era que al jugar la
lotería, los resultados eran tan raros, que a todo el mundo le pareció que en
efecto era al azar. El evento fue un extraño revuelto de luchas entre chicos
que no tenían nada que hacer en el ring con otros. Por fortuna, la WCW dio un
buen final a la noche, siendo Lex Luger y Sting los últimos en quedar en el
ring, donde el primero continuó siendo el World Champion y el segundo visto
como el contendor numero 1 al título. Sting gano a Lex Luger para dar lugar a
una lucha que los fans de la WCW querían ver.
El problema era que ahora Lex Luger quería
irse de WCW, tan solo 6 meses después de Flair. Su sueño de ser campeón mundial
de la WCW se había convertido en pesadilla, ya que estaba cansado de los
canticos de “We want Flair”. A comienzos de 1992, él básicamente desapareció
del lugar y estuvo más que decepcionado de perder el titulo con Sting en el
Superbrawl de febrero 29 de 1992.
Luger no era el único chico que se iba. Jim
Herd tuvo una pelea con su jefe porque pidió que Dusty fuera despedido.
Increíblemente, Dusty se quedo y Herd fue despedido (tristemente antes de que
su deseo de crear unos luchadores jorobados se realizara). Juro por Dios que
era una de las cosas que él quería.
Herd fue cambiado por Kip Frye, que tenía un
nuevo enfoque de lo que debía que hacer en la compañía. Esto involucraba,
créanlo o no, a los mismos luchadores. Su idea era simple: recompensar a los
hombres que hicieran mejor su trabajo. En efecto, él creó un nuevo sistema de
bonos en la compañía donde $5.000 eran repartidos a quien realizara la mejor
lucha en cada PPV. Aumentos también se introdujeron. Este liderazgo, fue lo
suficientemente importante, para que los luchadores se sintieran motivados en
el ring, y que como consecuencia le dieran a los fans eventos que merecían la
pena ser vistos.
Había algo nuevo, algo totalmente inesperado.
Por años, ellos habían tenido que soportar a canosos veteranos y bookers
gruñones como Ole Anderson diciéndoles que tenían que cerrar la boca y hacer lo
que ellos les ordenaran. Anderson, en
particular, estaba intentando de sacar todo el talento joven para traer a sus
viejos amigotes por precios bajos. Claro está, esto era lo que los fans no
querían ver, pero a Anderson le importaba muy poco. Él había crecido sin tener
contacto con este negocio, quedándose estancado en el tiempo, donde él y otros
viejos seguían siendo las reinas de la fiesta. Después de años de estar
presionados, parecía que jóvenes de la compañía como Brian Pillman, Steve Austin y Tom Zenk tendrían un cambio.
Cuando las cosas iban viento en popa, Frye de
un momento a otro se fue y se percibió que todo volvería a como era antes de su
llegada. El sucesor de Frye fue Bill Watts, un viejo de la UWF, que fue un
luchador conocido como “cowboy” durante sus días en el ring. Tuvo buenos planes
para el negocio y les dio a hombres como Jim Duggan, Ted Dibiase y Junkyard Dog
su primera exhibición a nivel nacional. Él había estado en shows como el The superdome en Nueva Orleans haciendo
toneladas de dinero y creando shows de televisión que mostraban excelentes
ratings en Oklahoma y otros estados. Desafortunadamente, esas zonas fueron
devastadas por el mercado del petróleo a mediados de los años 80 causando una
severa depresión económica. Por eso, sus nativos estaban más preocupados de
cómo alimentar a su familia que de lo que pasara en un show de wrestling. La
UWF fue devorada por la WCW en 1987 y Watts tuvo que tomar vacaciones
indefinidas del negocio.
Desafortunadamente en sus primeras semanas en
la oficina, era claro que Watts no había visto un single match desde que se
acabó su compañía. Él era un old school[8]
, maldición, y era lo que quería ver. Por esto hizo que las luchas de la
WCW fueran más “legitimadas” e hizo unos extraños cambios de reglas de poco
sentido para quienes no fueran nostálgicos de los viejos tiempos como él.
Por ejemplo, prohibió inmediatamente todos
los movimientos que se realizaran desde lo alto de las cuerdas y efectivamente,
esto mato las luchas de cruceros que ayudaban a la WCW a diferenciarse de otras
compañías. En efecto, en 1992, Brian Pillman y la sensación japonesa Jushin Liger protagonizaron en Superbrawl, la
que para muchos es la mejor lucha de todo el mundo. También removió los
protectores que se encontraban alrededor del ring, con el ánimo de…hmm…bueno,
nadie sabe realmente por qué. Se puede argumentar que posiblemente todo esto fue
para que sus trabajadores vieran lo duro que era lanzarse golpes fuera del
ring. Watts tenía gusto por los chicos duros—siendo uno de sus favoritos, Steve
Williams quien una vez fue destrozado durante una lucha en la tarde y regreso a
trabajar esa noche con 108 puntos en su cabeza. De qué manera Watts pudo
alentar a trabajar a alguien en condiciones tan peligrosas, removiendo los
protectores, es algo que nadie sabe; tampoco por qué casi no hizo nada por
mantener el vestuario.
La pérdida de énfasis en la división crucero llevó a que Pillman y
Watts se tuvieran bronca, lo cual desembocó en que el primero le dijera al otro
que tendría que recortar su salario. Pillman que estaba bajo contrato, le dijo
que se largara. Watts declaro que haría lo que fuera para hacerle perder el
empleo (haciéndole perder todas las luchas) mientras él estuviera ahí, a lo que
Pillman le respondió “entonces voy a ser el jobber mejor pagado”.
Algo como eso, no le importaba a Watts, ya
que aparentemente a él nunca le había importado lo que los otros chicos
pensaran de él. Eliminó el servicio de comidas, prohibió que tanto la familia
como las esposas de los luchadores los visitaran en camerinos y en un aparente
esfuerzo de joder a todo el mundo, colocó la regla de que ningún luchador se
podía ir hasta que el evento hubiera finalizado. Desde la lucha inicial los
chicos tenían que sentarse por tres horas hasta que la campana final sonara.
Rápidamente, Watts se volvió impopular entre sus trabajadores.
Todo esto empeoró cuando intentó darle un
push hasta la luna a un nuevo luchador sin talento y con poco carisma que era…
bueno… su hijo Erik.
Sí, tal como Dusty Rhodes le dio un push a su
hijo Dustin en una lucha para la cual no estaba preparado, Watts cayó en la
trampa de sacar a relucir su hijo sin talento y destacarlo más de lo que
merecía. Los luchadores que habían estado trabajando por años por un push se
horrorizaron y no sólo ellos, sino también los fans, que abuchearon al pobre
Erik para que se fuera del establecimiento, todas las noches.
Un chico que conectó con el público fue Big Van Vader, que fue traído de Japón.
Un monstruo de 400 libras que fue bookeado como el top heel de la empresa e
inmediatamente empezó acabar con todo el que se pasara por su camino. Nadie
podía detenerlo y tras semanas, los fans sabían que el único hombre que podía
detenerlo era Sting. Este era el clásico bookeo del heel que nadie podía
detener y el popular babyface campeón. Lo más impresionante fue que la WCW
permitió que Vader le ganara en la lucha estelar de Great American Bash y lo estableciera como un viable campeón
mundial tanto para los fans como para los chicos detrás de la cortina.
Después de derrotar a Sting,
inexplicablemente Vader, según el libreto, debió perder el título con Ron
Simmons, la persona que no había logrado generar interés en su feudo con Lex
Luger. Al día de hoy, no se puede explicar por qué Watts le dio el cinturón a
Simmons y lo convirtió en el primer negro campeón del título peso pesado del
mundo. Posiblemente quería repetir lo hecho en su vieja Mid-south promotion con The Junkyard Dog. Pero en ese caso,
Junkyard Dog era carismático y adorado por los fans, mientras Simmons tan solo
era pasable con el micrófono y obtuvo una mínima reacción. Esto hizo que las
luchas del campeón fueran contra los mid-carders de siempre como The Barbarian.
Después de todo, un campeón es tan bueno como los rivales que enfrenta y los
fans sabían que derrotar un cadáver como The Barbarian no significaba nada. Por
ello, Simmons perdió el título con Vader en diciembre.
Todas las ideas “old-school” de Watts lo
colocaron entre la espada y la pared, no sólo porque los fans de WCW estaban
disminuyendo, sino porque también a la Corporación Turner no le gustó unas
declaraciones en el periódico Pro
Wrestling Torch, en las que dijo que en los restaurantes los dueños no
debían servir a los negros si ellos no querían. Obviamente esta anacrónica
forma de pensar no podía ser tolerada en una entidad como la de Turner. Watts
entonces se encontró enfrentándose a uno de los más famosos negros de la nomina
de Turner: Hank Aaron. A pesar de que aún en la comunidad wrestling se
preguntan si Watts era o no racista, el hecho de que él pretendiera crear un
tag team conocido como The Posse—protagonizado
por dos negros delincuentes que estaban dirigidos por un rico blanco sureño—no
ayuda mucho al caso del vaquero.
El estilo con el que manejaba la promoción pudo
haber funcionado en los años 80, pero él no se percato de que los tiempos
habían cambiado (como pueden ver, esta sería una tendencia de los bookers de la
WCW). Pero no era su filosofía del wrestling la que estaba pasada de moda, más
bien él carecía de habilidades para tratar con la gente. Él era su propio jefe,
no respondía a peticiones y su temperamento no estaba de su lado, haciendo que
se enfrentara con los que no estaban de acuerdo con sus tácticas. Después de
tanto tiempo soportando al vaquero, éste se marchó a la puesta del sol,
abandonando todo lo que había hecho, no sin antes haber sido capaz de dar un
gran golpe final.
A finales de 1992, él se encontraba en una
terrible posición y sabía que solo un hombre podía sacarlo de ahí: Ric Flair. Sí,
ese Ric Flair. El hombre que se largo de la compañía en el régimen de Jim Herd,
el mismo que los fans pedían desde su salida. En un esfuerzo por levantar los
hundidos ratings, Watts decidió sacar al aire clásicas luchas de Flair contra
chicos como Ricky Steamboat o Terry Funk y eso sirvió, los ratings subieron de
manera alucinante. TBS estaba feliz con las ganancias así que Watts decidió
traer a Flair otra vez a la compañía.
Sin importar el éxito de los dos títulos
mundiales, Flair se había vuelto un luchador de segundo nivel en la WWF. Después
de perder el cinturón mundial con la WWF con Bret Hart en Saskatchevan, Flair
sabía que sus días en lo alto estaban terminando, con lo cual haría un gran
impacto si volviera a la WCW. Con la WCW queriendo pagar mucho dinero por su
vuelta, Flair fue donde Mcmahon y le pregunto si se podía ir. Mcmahon siempre
le había dicho que si se sentía infeliz en la compañía y quería salir solo debía
preguntárselo. Y como Mcmahon era una persona de palabra, le dio la posibilidad
de irse a Flair preguntándole si podía perder con una de sus estrellas Mr Perfect Curt Henning, en una “loser
leaves town match”[9].
Después de todo, era tiempo de volver a su
hogar y traer a sus más leales fans. Era tiempo de hacer todo lo posible para
hacer la empresa más competitiva con los Mcmahon. A pesar de que Flair no pudo
luchar por varios meses por un trato de no competición que pactó con Mcmahon en
un segmento titulado “Flair for the gold”[10],
detrás de escenas, eventualmente, se convirtiría en el booker líder de la
empresa.
Al ver que pudieron recobrar a Ric Flair, Ted
Turner fue convencido de que abriera su gorda billetera e intentara fichar mas
nombres. Le costó medio millón de dólares traer a Sid Vicious, un movimiento
justificado en la industria, ya que éste, hace
menos de un año se había enfrentado a Hulk Hogan en Wrestlemania.
También firmaron al “British Bulldog” Davey Boy Smith, a un precio exagerado—un
gran misterio, viendo que él había sido tan solo un midcarder (como la mitad de
los tag team de Bulldog) la gran mayoría de su carrera en WWF—admitiendo que
era un tremendo éxito, tras señalar que alrededor de 80.000 personas fueron a Summerslam
en 1992 en el Wembley Stadium en Londres. Ese último punto tenía una trampa: él
era una estrella de ultramar, es decir, de su “hogar” Inglaterra. No había
triunfado totalmente en Estados Unidos, donde la WCW realizaba sus shows.
No sólo la WCW fichó luchadores, sino también,
por recomendación de un directivo de los PPV, Sharon Sidello, empezaron a
filmar parodias en un esfuerzo de vender los shows que vendrían. Esas no fueron
producciones baratas con un equipo común de grabación para televisión, sino
eran filmes profesionales y se veían como películas. ¿Por qué no? Si tenían a
la familia Turner detrás de ellos, podían hacer una producción cara.
El problema era que esas parodias estaban
horriblemente escritas y el resultado fue de risa. Tomemos por ejemplo la
confrontación entre Vader y su nuevo némesis, Cactus Jack (Mick Foley). La storyline que había sido preparada por
Vader y Jack para que el segundo cayera, estuvo alargada en el WCW
Saturday Night, siendo el show más importante de la empresa en ese momento.
Vader golpeo fuertemente la cabeza de Jack con el concreto de las afueras del
ring dejándolo fuera de combate. Con algo así, Pro Wrestling 101 dijo que
repitiendo el golpe una y otra vez, los fans vieron a Jack como un simpático
personaje para seguir. De inmediato, una pretenciosa storyline fue creada,
donde Jack tenia amnesia y creía que era un marinero que fue perseguido por
semanas por unos falsos reporteros.
Foley detestó el ángulo de la amnesia. Cuando volvió al ring, intentó
hacer toda clase de cosas salvajes alegando que era parte de una elaborada
estratagema psicológica para usar con Vader. Sin embargo, después de decir esas
cosas en tv, los anunciadores siguieron con el cuento de la amnesia, sin
importar que él dijera que no tenía amnesia. Esta clase de contradictorias
storylines serian pronto comunes en la compañía.
Incluso siendo Lost in Cleveland (una mini película basada en el ángulo de la
amnesia) un fracaso, la WCW sintió que estaba en algo y siguió adelante con los
planes para su siguiente película épica. Esta era Beach blast, en la que Davey Boy y Sting fueron programados para
acabar con Vader y Sid. Un bookeo común de wrestling diría que promover una
lucha de relevos con los mayores heels en la compañía enfrentando a los chicos
buenos, debería filmarse con los chicos malos acabando a hostias a los chicos
buenos en el ring. Esto haría un escenario donde Sting y Davey podrían buscar
venganza, la cual parecería que no se podría realizar por ser invencibles los
malos. Después de todo, luego de ser derrotados ¿cómo podrían ganar?
En su lugar, los fans fueron “invitados” por
Sting y Davey Boy que se encontraban jugando voleibol con huérfanos en una isla
(y acá cito directamente) “en algún lugar del golfo de México”. Vader y Sid aparecieron
para patearles el trasero a todos (en una guerra de botes, nada mas) y retaron
a los chicos buenos a sobrepasarlos en un picnic. Bueno no, sólo bromeaba. En
realidad ellos los retaron a una lucha en Beach
Blast. Mientras tanto, un malvado de un solo ojo llamado Cheaturn (y si, “nos
engañó”[11])
colocaba una bomba en el bote de Sting, explotándolo y haciéndolo añicos,
acción que celebraron los heles.
Miremos ahora estos dos escenarios: en el
primero, los heels derrotan a los face y los dejan botados en el ring, el film
pudo haber costado 0 dólares en extras. En el segundo, el increíble corto bien
producido, pero horriblemente escrito y protagonizado por huérfanos/botes de
guerra/enanos de un ojo/explosión de un bote costó aproximadamente $80.000 (más
del doble de los $33.000 gastados en el PPV).
Ambos podrían haber tenido los mismos resultados, ya que el buy rate de Beach
Blast no recibió más del 0.5.
Después de perder mucho dinero, WCW estaba
buscando alguien nuevo para que tomara las riendas y este fue el anunciador
Eric Bischoff.
Bischoff había estado un puñado de años en la
industria y en efecto le habían negado un puesto en la WWF por el año de 1990. Aprendió
todo lo del negocio por Verne Gagne, el hombre detrás de la American Wrestling Association, quien en
su día, tenía muchísimo poder en el negocio del wrestling profesional, operando
principalmente fuera de la región del medio oeste de los Estados Unidos.
La compañía, alrededor de la década de los
60, firmo un trato con ESPN, donde ellos le permitían tener un show diario que
lograba tener el millón de televidentes.
La American
Wrestling Association, fue anfitriona de muchas estrellas del wrestling,
donde Verne al igual que Ole Anderson, se encargo que brillaran él y su puñado
de buenos amigos. Más adelante, tuvo que morderse el culo, porque sucedió lo
impensable—se volvió viejo. Le
tocó cambiar algunas cosas. Los fans cansados de su anticuado geriátrico,
dejaron en claro que querían ver caras nuevas. Verne era terco, y siguió con su
cuento, permitiendo que hombres como Hulk Hogan, Jesse Ventura y los Road
Warriors, se le salieran de sus manos. En una que otra extraña ocasión un
principiante podía romper los pronósticos y ganar, pero esto ocurría porque
aquel joven era familiar de uno de sus chicos viejos, siendo los más llamativos
Curt, el hijo de Larry Henning y Greg el hijo de Vern (un flacucho y escuálido
que nadie quería ver en los main events).
Con el tiempo Bischoff llego a la AWA, cuando
la promoción ya se encontraba en su lecho de muerte. La audiencia de los shows
bajó en picada por lo que Gagne decidió no sacar más eventos en vivo desde
arenas y decidió grabar sus shows en bodegas vacías. Viendo lo que ocurría, las
mejores estrellas de Gagne decidieron irse a otras empresas. Verne al ver todo
esto, decidió darle a su aprendiz una última oportunidad de salvar la empresa.
Bischoff empezó a escarbar en su cabeza y
trajo la que veía como la solución ideal: The Team Challenge series. La idea
era dividir el roster en tres equipos, hacer que los equipos trabajaran entre
sí en una serie de luchas, donde el ganador se llevaría un premio de un millón
de dólares. De esta forma, si alguien se iba de la compañía (lo que estaba
pasando casi semanalmente), su equipo podía continuar sin él. Las luchas en sí, consistieron en gimnicks absurdos; lo mejor
de las series fue la lucha en la que dos hombres lucharon para recuperar un
pavo crudo, con el ánimo de colocarlo en un poste. De verdad, impactantemente,
el Team Challenge Series pudo arreglar un poco del daño que había sufrido la
compañía, pero ésta se acabaría poco después.
A pesar de este abyecto fallo, Bischoff
desarrollo gusto por el negocio y aprendió mucho bajo la tutela de Gagne. Después
de que Vince mostrara nulo interés por él, se fue para la WCW y tuvo una
oportunidad como anunciador de pequeños shows. Como una esponja, Bischoff se
empapó de cada pedacito de sabiduría que tenía (no sólo de los luchadores y el
equipo de bookeo sino también de la gente de producción). Bischoff era lo
suficientemente listo para darse cuenta de que el campo del wrestling abarcaba
mucho más de lo que sucedía en el ring. Por esto tuvo su gran momento cuando
partió Bill Watts, ya que la compañía estaba buscando un nuevo mandamás. En ese
tiempo, todos pensaban que su nuevo jefe iba a ser Tony Schiavone, el líder de
los anunciadores de WCW. Schiavone, después de todo, había estado en WCW desde
antes que se llamara así. Él había
trabajado para Jim Crockett, no solo como anunciador de wrestling sino también
como comentarista de baseball. Si alguien tenía fijo el puesto, por muchas
razones, era él.
Pero no ocurrió. Turner de repente le gusto
lo que vio en Eric Bischoff, era joven, bien parecido y agresivo. Tenía nuevas
ideas. Además, posiblemente lo más importante, era que mostraba una buena
mentalidad corporativa, con un buen entendimiento de marketing que lo
encontraba muy atractivo. Rápidamente, entendió mejor el pro-wrestling, estando
a años luz de los viejos ásperos que habían estado antes que él.
Ole Anderson empezó a gritar al momento de la
noticia… ¿pero Bischoff? De ninguna manera. Él estaba mucho más arriba y
posiblemente por esa razón, más que ninguna otra, es que vio el balón y empezó
a correr detrás de él.
Sin importar los fallos a nivel artístico y
comercial de las mini-películas, Bischoff vio el valor de tener más control
sobre el producto que presentaba en la pantalla. Por consiguiente, su decisión
fue la de abstenerse de seguir grabando en arenas de televisión y empezar a
grabar en MGM Studios en Orlando, Florida. Esto tuvo dos efectos: reducir costos
(los que le producía grabar cada video) y permitir que la empresa “diera a ver”
a los fans quienes eran realmente populares y quienes eran odiados en su
ranking. Para esto, la WCW empezó a
mostrar el público de esos videos, filtrando cualquier fan del hardcore
wrestling que tenía su propia opinión sobre los diferentes luchadores, las
cuales no lograron mostrar lo que la empresa quería dar a ver. Por ejemplo,
Marcus Bagwell era un babyface que no gustaba a muchos fans hardcore quienes
siempre lo abucheaban cuando iba camino al ring, lo cual WCW no quería y por
ello, sacó carteles de abuchear o aplaudir como en un show de televisión común
y corriente.
Tal como un show de televisión “común y
corriente” siguieron grabando por varios meses. Nunca antes esto había ocurrido
en el wrestling, pero para fortuna de Bischoff, estas grabaciones lograron
ahorrarle a la compañía muchos miles de dólares, lo que sin ninguna duda gustó
a sus jefes dentro del régimen Turner. Sin embargo esto obligó a la compañía a
realizar un plan en avanzada, porque tenía grabadas las cintas de los últimos
tres meses, los peores de todos los tiempos. De esta forma, cualquier cambio de
titulo que realizara la compañía, en esos PPV en vivo o en los especiales de Clash of the Champions serían factores
en la producción del show. Por ejemplo, cuando las grabaciones empezaban, Barry
Windham era el NWA Champion, pero después en las grabaciones Ric Flair terminaba
siéndolo. La lucha en la que el titulo cambiaba de manos no fue filmada, porque
el cambio de título se planeó para el
evento Beach Blast.
Además de ello, los cassettes dejaban en
claro que Flair podía perder el titulo rápidamente después de ganárselo a Rick
Rude, lo cual causó los mayores dolores de cabeza de WCW; sobre todo, cuando
las noticias de los cambios eran filtradas por los fans. No obstante, en la infancia
de internet, la única manera de que los fans conocieran realmente qué estaba
pasando era por medio de un insider
newsletter[12]
lo que la WCW no consideraba como un tema de real importancia.
El mayor dilema fue que las filmaciones
estaban hechas y la WCW tenía que seguir adelante con su cambio de títulos.
Ellos lo habían hecho antes, a comienzos de 1991, cuando las luchas fueron
grabadas con los Fabulous Freebirds vistiendo
los cinturones de parejas, sin importar el hecho de que ellos no los habían
ganado aun. En efecto, los Freebirds perdieron los cinturones con los hermanos
Steiner, ¡todo antes de que ganaran los títulos en primer lugar! Eso no
importaba, porque esas cosas se podían ver en orden en la televisión.
Desde que las cosas en ese escenario les salieron
bien, la WCW sintió que las grabaciones de Orlando también podrían hacerlo
igual pero había otros asuntos que resolver. Uno de los más grandes era que la
National Wrestling Alliance descubrió algo acerca de los próximos cambios de
títulos en las grabaciones. Como pueden ver, desde la formación de NWA, el
principal cuerpo que gobernaba era el
que votaba los cambios de títulos y los aprobaba. De esta forma, si un promotor
quería darle el título a alguien, decía, Roonie Garvin (por ejemplo), el
consejo debía votar y decidir a menos que hubieran perdido la razón.
En 1993, la WCW seguía siendo un miembro de
la NWA, y todos sus títulos eran prácticamente de la NWA. Bischoff, sin embargo
ignoró todas las viejas reglas y empezó a darle el título a quien le diera la
gana: un gran argumento que hizo chocar a las dos partes y eventualmente hizo
que se rompieran los lazos con la NWA. De todas formas, ellos hicieron un
ángulo donde Rick Rude con el NWA World Championship hacía bromas de ida y
vuelta con Ric Flair, que de alguna forma tenían relevancia en el programa.
Cuando no pudieron promocionar más el titulo máximo de la NWA, decidieron
llamarlo el Big Gold Belt[13],
empezando a promocionar luchas por el “Big Gold Belt”, lo cual era un lío.
Otro desorden por las cintas envolvió a los títulos por pareja de la
WCW. Los Hollywood Blondes Steve
Austin y Brian Pillman, debían perder sus títulos con los Horsemen Ann Anderson
y Paul Roma. En las cintas, se revelaba que los blondes debían hacer esto en el show el Beach Blast, pero en el
último minuto, la WCW decidió mantener los campeonatos a Pillman y Austin.
Ellos hicieron esto porque después seguía el evento Clash of the Champions en vivo, en el que la WCW debía realizar el
cambio de títulos. Algo magnifico en teoría, si no hubiese pasado que Pillman
se lesionó antes de la lucha y no pudo ir a trabajar al show. Un improvisado
equipo “campeón” de Austin y Steve Regal (quien nunca antes había trabajado con
Austin y no tenia lazo alguno con él) defendió—y perdió—los títulos con los Horsemen.
Con todos estos problemas, todos creían que
el péndulo se encontraba moviéndose hacia arriba, especialmente con el show más
grande del año, Starrcade, en el horizonte. El evento fue protagonizado por una
lucha que nunca antes se había dado, una que nunca se había presentado antes y
que los fans estaban dispuestos a pagar por verla: Vader vs Sid Vicious con el
WCW World Title en juego. De nuevo las cintas de la MGM revelaron el curso de
los eventos: Sid con el cinturón en su cintura era mostrado como un héroe.
Las cosas esta vez se vinieron abajo. Durante
un tour en el Reino Unido, Sid y Anderson tuvieron una pelea en una cantina.
Ambos estaban tomados, y Vicious se puso violento, diciendo que él era el
futuro de la empresa y que Arn y su compañero Flair, eran unos viejos dinosaurios. A Arn no le
gusto haber sido comparado con un brontosaurio y los dos hombres estuvieron a
punto de irse a las manos, pero dejaron así y Arn se retiro a su habitación, a
la cual fue seguido por Vicious. Cuando llego a su habitación, Sid golpeo en su
puerta ofreciéndole una disculpa en forma de sillazo en la cabeza a Arn y los
dos se fueron a las manos. Sid tomó unas tijeras con las cuales intentó punzar
a Arn, cortándose él mismo en el proceso. El incidente salió en todos los
diarios del Reino Unido y ya podrán imaginarse lo que pasó en el seno de la
jerarquía Turner.
Los propios luchadores estuvieron molestos en
el evento, con Arn buena gente y Sid…bueno, para ser franco, se comportó como
un total hijo de puta en el vestuario. Finalmente la decisión fue la de
despedir a Vicious.
Aquí tuvimos un problema. El hombre que
lideraba la empresa como campeón en el año 1994—y que había sido ya grabado
como eso—era historia. Un loco revoltijo se dio a continuación para ver quién
podía coger la casilla del main event en el mejor show del año contra Vader,
siendo Cactus Jack, Sting y Rude los favoritos para esto. Al final, Bischoff se
decidió por Flair al oír que en los eventos de la WCW el público constantemente
gritaba “we want Flair”. Anunciado que después de la lucha tendría que
retirarse para siempre si perdía, un exaltado Flair derrotó a Vader ante 8.000
fans que pagaron 65.000 dólares en la Independence Arena de Charlotte para
verlo recobrar el título. Sí, sin importar que fuera “muy viejo” para Jim Herd,
tres años después y sin haber sido usado por Mcmahon o la WWF, Flair volvía a
ser el hombre.
Eran buenos tiempos para todos en la
compañía. Sin embargo, la felicidad no duró mucho, ya que los oficiales de
Turner decidieron ver en los libros como le había ido a la compañía bajo la
batuta de Bischoff el año anterior. No había duda de que el nuevo estilo de
promocionar, junto con sus medidas de ahorro—como filmar la mayoría de
programas de la WCW en MGM—podían pagar grandes dividendos cuando los estados
financieros salieron a flote.
Pero no lo hicieron. En realidad, la compañía
estaba perdiendo dinero y esto era algo de lo cual Bischoff no quería hacer
parte, ya que después de todo, si él pudiese ser el primer hombre que le diera
utilidades a la WCW, entonces probablemente habría obtenido aún más poder y
dinero para hacer lo que se le diera en gana. Pero ellos eran cerrados, muy
cerrados y no querían que la empresa se le escapara de las manos.
Después de una semana de intensa búsqueda
espiritual, Bischoff decidió que había una cosa que le faltaba a la WCW para
tener la atención de los medios de comunicación. Eso era que ellos aceptaran
que estaban al mismo nivel de la WWF. ¿Que hemos perdido dinero? Sí señor
Turner, lo hemos hecho. Pero podemos hacerlo de nuevo, muchas veces. Solo
necesitamos un poquito más de tiempo y un poquito más de dinero. Necesitamos
capturar la atención de un fan casual y conozco al chico ideal para esto. Usted
probablemente ha oído algo sobre él: Hulk Hogan.
Ahora había algo que Ted podía comprar: la
mayor estrella que ha visto este negocio. Con la bendición de Turner, Bischoff,
con la gran ayuda de Ric Flair, que conocía a Hogan desde sus días en la WWF,
se pusó de acuerdo para coger al pez más grande del estanque y lo trajo a casa
con el tío Ted. El momento era el adecuado, porque Hogan se había ido de la WWF
el año anterior por una pelea que tuvo con Vince Mcmahon sobre la forma en que él
bookeaba. Hogan creía que debía ser el centro de la compañía, el campeón.
Mcmahon no estuvo de acuerdo y prefirió enfocarse en chicos jóvenes como Bret
Hart y Shawn Michaels, de los cuales creía que podían tener una “nueva
generación” de fans. Los dos estarían en un encarnizado storyline en que estaba
en juego el título de Hogan en Wrestlemania IX, el cual perdería con Bret Hart
para que con esto le pasara la antorcha. Sin embargo, Hogan, estancado todavía en la
década de los 80, se opuso aduciendo que Bret Hart era todavía muy menudo, por
lo que acabó con el enorme Yokozuna en el ppv King of the Ring de ese año y
desapareció de la compañía para dedicarse a la actuación, y aparecer
esporádicamente en grandes shows en Japón.
Sin embargo, en WCW había una pequeña
habitación para que una estrella como Hogan brillara en la compañía, sí él
quería ser el top dog de la promoción, estaba muy bien. Después de todo,
estamos hablando de un tipo que había recogido más dinero que cualquier otro en
la historia del wrestling. Sólo pregúnteselo y él mismo se lo dirá. La única
piedra en el zapato era que pedía muchísimo dinero y un contrato larguísimo que
nunca se le había dado a luchador alguno en la compañía. No obstante, a
Bischoff eso no le importó. Era Hogan o nada, y después de convencerse de los
altibajos que podrían suceder en la compañía —al igual que Ted Turner—, vio su
deseo hecho realidad.
En el tiempo de la llegada de
Hogan, WCW había tenido un cambio de look, puesto que el viejo Center Stage
Theater —donde por tanto tiempo se había grabado WCW Saturday Nights— había
sido totalmente renovado. De acuerdo con una persona que trabajó en aquel lugar,
el Center Stage era un nido de ratas en el lugar más asqueroso de Atlanta. Por
eso, el primer día de la llegada de Hogan, ellos pusieron cortinas purpura por
todos los lados, evitando que se viera toda la mierda que había en el
lugar. Todo el mismo día. Cambiamos el
café, el agua y el gatorade por las frutas y todo tipo de alimentos. En días anteriores, cuando los wrestlers
salían, ellos solían irse agachados por debajo de las sillas de las gradas,
intentando no pegarse en la cabeza. Por ello, ellos intentaron poner en todos
lados cortinas intentando mostrar la arena mucho más bonita de lo que en verdad
era.
La era Hogan en WCW empezó en junio 11 de 1994. Su llegada fue celebrada
con una elaborada presentación (¡con confeti!), en la cual se encargaron de bookear
a Hogan como el contendiente número uno del campeón de la WCW Ric Flair (que se
volvió heel apenas llegó Hogan). Hogan le ganó fácilmente a Flair en Bash at
the Beach, vendiendo en Orlando la colosal cifra de 1.02 de buy rate para la
compañía, una de las más grandes que tuvo.
Bischoff respiró aliviado. Su inversión había
pagado con creces y los fans empezaron a comprar WCW como una alternativa real
a la WWF. Posiblemente se la había hecho a Vince. No, no hay ningún
posiblemente en este caso; él pudo hacérsela a Vince y más aún, lo sobrepasó. Hogan podía convencer a
Bischoff de que él tenía la llave para llevar WCW a lo más alto de la montaña:
sus amigos (los cuales por casualidades de la vida, también necesitaban grandes
salarios). Así que
Randy Savage, Jim Duggan, “Earquake” John Tenta, Honky Tonk Man, Jimmy Hart y
otros tantos fueron metidos en la nómina. Por ello, empleados de la WCW que
llevaban muchísimo tiempo en la compañía como Steve Austin, Vader y Mick Foley
fueron enviados al fondo para no robarles protagonismo a Hogan y sus compadres.
“Me chocó estar ahí, no se equivoquen” dice John Tenta. “Hulk
realmente llegó como un golpe para mí. Aun así, estaba impresionado de cómo la
compañía gastaba tantísimo dinero. Hogan me contó como él y Bischoff fueron por
sushi y gastaron $1.000 cada noche, puesto que no les importaba. En últimas no
era el dinero de ellos, sino el de Turner.
Y ahí también estaba Ric Flair, el hombre que
había hecho de todo para reparar WCW, siguiendo los mismos pasos que había
caminado en la WWF. Por ello, Bischoff se dio cuenta que no había forma de que
Flair y Hogan compartieran el top y por ello le pidió al Nature Boy si podía perder con Hogan una vez más en un “retirement”
match[14]
en Halloween Havoc. El evento fue exitoso puesto que obtuvieron una taquilla
record y un buy rate de 1.0. Por ello, el ambiente se veía optimista para la
compañía con miras al Starrcade, que ofrecía el encuentro entre Hogan y el eterno
lacayo Ed “Brutus Beefcake” Leslie.
Sin embargo, algo gracioso ocurrió en el
camino al evento. Los fans, que habían observado apasionadamente los choques
entre Flair y Hogan, habían perdido de un momento a otro el interés en lo que
hacía Hogan, lo cual se vio cuando llegaron los buy rates, que mostraban un
estancamiento de la compañía, puesto que Starrcade marcó 0,6; 40% menos de lo
que habían hecho en Havoc dos meses antes y es que obviamente, Ed Leslie no es
Ric Flair.
Hubo una pequeña alza en los primeros meses
de 1995, puesto que Hogan inició un feudo con Vader que tenía sentido, puesto
que este había sido top heel de la compañía por gran parte de los últimos tres
años. Los dos lucharon tanto
en Uncensored (un estúpido evento lleno de luchas especiales) que hizo 0.95 y
Bash at the Beach, que hizo 0.82. Ha de decirse también, que ese evento fue
realizado en una generosa playa real y en vivo, por lo que la taquilla no fue
superior a 0 dólares.
Con la compañía andando viento en popa de
nuevo, Bischoff y Turner tuvieron otra reunión en la que Ted le preguntó: ¿Por
qué no estamos derrotando a la WWF, si tenemos a Hogan, Savage y otras
superestrellas de alto rango? Bischoff, asustado luego de quedar entre la
espada y la pared, esgrimió: “porque necesitamos prime time”. Él pensaba que
nunca lo tendría.
Turner, sin embargo, le quedó sonando la idea.
Por ello, momentos después llamó a su supervisor de la televisión y le dijo que
le diera dos horas en TNT cada lunes en la noche. En otras palabras, WCW
competiría directamente contra el programa bandera de la WWF: Monday Night Raw.
Bischoff quedó impávido. Le tocaría
enfrentarse mano a mano con Vince Mcmahon y tendría que cumplir lo prometido. Todo
se veía como una locura y gente de la compañía le pidió a Bischoff que hiciera
algo para cambiar la idea de Ted de alguna forma. Sin embargo, Bischoff
pensaba, o mejor, sabía (a diferencia de sus pares) que WCW podía derrotar a
Mcmahon cambiando el wrestling para siempre. Eso fue lo que hizo WCW Monday
Nitro cuando debutó en la Turner Network Television la noche del 4 de
septiembre de 1995, la semana en que Raw no fue
coincidencialmente derrotado. La fórmula clásica de los shows de wrestling
fue la de poner primordialmente luchas squash hasta el cansancio y en los ppv
colocar las luchas SUPERESTRELLA vs SUPERESTRELLA. Por ello, fue impactante
cuando Lex Luger desertó a la WWF, en uno de los tantos eventos que empezaron a
ocurrir casi semanalmente. Los fans pronto se dieron cuenta que perderse un
Nitro, por Dios, era perderse muchísimo y empezaron a verlo sagradamente todos
los lunes en la noche.
Lo mejor de todo, era que el show era 100 por
ciento en vivo, algo de lo cual alardeaba, como cuando se autonombró el
comentarista estrella del show. Él había
aprendido de su experiencia en Orlando cuánto daño le hacía grabar, por lo que
dispuso enseñarle lo mismo a Mcmahon.
“Si estás pensando en cambiar el canal, no te
preocupes”, decía Bischoff el día en que Raw tenía como evento principal Shawn
Michaels vs Sid, “Shawn derrotará al grandulón en la lucha principal con tres
superpatadas”. Sí, ¡él decía los resultados del ya grabado Raw en vivo! Sin
ninguna duda, Mcmahon estuvo a punto de tener un infarto cuando se oyó lo
anterior. Era inaudito y absolutamente incomprensible.
Bischoff estaba ahí para pelear. Él sabía que
Mcmahon no se quedaría dormido, así que aprovechó las oportunidades que se le
presentaron y cambió las reglas, tal como Vince había hecho con las pequeñas
promociones como AWA años atrás. Una de ellas por ejemplo, fue que Bischoff
puso debajo de él una pantallita debajo de la mesa de los comentaristas, donde
veía lo que pasaba en Raw, mientras Nitro avanzaba, cambiando los libretos en
el transcurso del show. A los chicos no les gustaba eso, puesto que ellos
preparaban algunas luchas, pero le dio una pequeña ventaja en esta guerra. Él
podía cambiar los shows, a diferencia de Mcmahon, quien para el lunes ya los
tenía en la lata. Era una gran ventaja táctica en la guerra entre la WCW y la
WWF.
Y era verdaderamente una guerra. Bischoff no
escatimaba tiros precisos contra Mcmahon y esto hizo que no solamente noqueara
al talento de la WWF sino también a su dueño. Bischoff compró todas las superestrellas
de la WWF que pudo, alguna de las cuales estaban felices de darle un golpe a su
empleador. La campeona femenina de la WWF Debbie “Madusa” Micelli, tontamente
despedida por Mcmahon puesto que él no le dijo que perdiera el título en el
ring, apareció en Nitro la semana siguiente con su cinturón, el cual metió en
la basura frente a los perplejos ojos de todo el mundo. Esto rápidamente se
convirtió en un conflicto personal entre Bischoff y Mcmahon. Fue una pelea, en
la cual en su inicio, Bischoff no le pegó un primer puño a Mcmahon, sino lo
pateó en el trasero y luego lo volteó para darle un buen puntapié en las bolas.
Mcmahon estancado aún en el tiempo de los promotores regionales que él había
sacado del negocio, no vio venir esto por ningún lado. Y en un increíble
momento, bien hipócrita, como los viejos promotores regionales, puso el grito
en el cielo.
No obstante, nada de lo que hizo Bischoff
durante los primeros seis meses de la pelea significó tanto como lo ocurrido el
27 de mayo de 1996, cuando en la edición de Nitro, Scott Hall (conocido como
Razor Ramon en la WWF) entró en la escena y proclamó una guerra en la WCW. La
pelea estaba verdadera y plenamente encendida.
[2] Nota del T: El texto original dice 1985, pero fue en el 84.
[3] N del T: El libro habla de ping-ponged lo cual yo deje como
ping-pongeado
[4] Asi se le llamaba a este momento. Su traducción aproximada sería la
de “lucha indiscutible” o algo por el estilo.
[5] Queremos a Flair
[6] N del T: Scaffold es como se le llama a un andamio.
[7] N del T: Esto se traduciría algo asi como lucha con cadena
[8] Old school se puede traducir como un vieja escuela.
[9] Esto traduce algo asi como el perdedor se va del pueblo
[10] Flair para el oro
[11] N del T: Aquí hay un juego de palabras. Cheat es engañar
[14] N del T: La
traducción literal sería pelea de retiro. Estas consisten en que el que pierde,
se va de la compañía.
Gracias por esta primera parte, traducirás la segunda parte???, por favor
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