Capítulo 1
Aquí continuo con algo que alguna vez empecé y que de vez en cuando retomo cuando me queda tiempo. De nuevo sólo me queda decir que si existe alguna violación al derecho de autor, les agradezco se me informe para borrar el texto y que cualquier error me lo hagan saber para corregirlo. Gracias.
Sólo recuerdo que esta es una traducción amateur y puede contener errores. Así que si tienen sugerencias para mejorar tal o tal cosa, las pueden dejar en la caja de comentarios que con gusto las revisaré. En todo caso lo de siempre, si quieren leer una mejor versión vayan a la original. Esta es sólo una tentativa por acercar al público no angloparlante a este muy buen libro. Además, el texto que se utiliza para esta traducción es la primera edición.
Capítulo
2: 1996 La guerra empieza.
“¿Quieres una guerra? Aquí tienes una”
Scott Hall a Eric Bischoff en Monday Nitro de
mayo 27 de 1996
Desde aquellos días en que la WWF y la WCW se convirtieron en las dos ligas
mayores del wrestling profesional, los fans han debatido cuál de las dos
ganaría un enfrentamiento entre ellas. Muchos saben que todo el negocio está en
realidad predeterminado, pero es interesante pensar en la gran cantidad de
interesantes enfrentamientos que tendrían lugar si las dos compañías hubiesen
decidido competir bajo una sola bandera. En efecto, muchas revistas de
wrestling parecían mantenerse en el negocio publicando al menos un artículo
detallando los “enfrentamientos soñados” interpromocionales cada mes. Cada fan
deseaba ver, de una vez por todas, cual de las dos compañías era verdaderamente
superior.
Por eso, cuando Scott Hall apareció por primera vez en Nitro, no debió
sorprendernos que los fans se levantaran inmediatamente y tomaran nota. Su
debut fue ciertamente único, puesto que, en el pasado, se hacía publicidad a
través de videos que informaban sobre la inminente llegada de un luchador. Esto
permitía establecer qué personaje era, cuáles eran sus motivos, etc. Todo ello
con la idea de generar “ruido” antes de que él pusiese un solo pie en el ring.
Con Hall, sin embargo, la WCW concluyó que todos sabían de quién se trataba. “Bischoff, tienes una gran bocota. Aquí lo
empezaste y ahora aquí lo vamos a terminar”. Hall también mencionó que no
estaba solo, y que tendría una “gran sorpresa” para toda la WCW la semana
siguiente. “¿Quieres una guerra?”
—preguntó Hall— “¡aquí tienes una!”.
Y la WCW la tuvo definitivamente: una guerra en la vida real con la WWF que
resultó de una demanda legal en la vida real presentada por la compañía de
McMahon el 20 de junio. Un litigio que se dio, entre tantas otras cosas, por
competencia desleal (respecto de la forma en que la WCW hizo parecer de que se
trataba de un ángulo interpromocional—lo cual es irónico, si tenemos en cuenta
el ángulo de Ric Flair en el 91—), violación de marcas (Hall parecía y hablaba
similar a como lo hacía Razor Ramon), competencia desleal (WCW había afirmado
en su línea de atención al cliente que la WWF estaba a punto de caer en
bancarota—un poco exagerado, aunque también es cierto que este fue el año en
que la WWF estuvo más cerca de hacerlo en toda su historia) y difamación y
calumnia (por un incidente en el que se cayó la electricidad y Bischoff dio a
entender que “la competición” tenía algo que ver con ello).
A la WCW le daba igual. La semana siguiente, Hall cumplió con su amenaza al
traer a Kevin Nash para su debut, quien había competido en la WWF como Diesel.
Él no sólo había sido campeón de la WWF, sino también la persona alrededor de
la cual McMahon desarrolló su más reciente campaña de marketing: “La Nueva
Generación”. La idea era que Nash era un producto fresco, a diferencia de tipos
de la WCW como Hogan y Savage que eran un periódico de ayer. Como Hall, Nash
empezó por reprender a Bischoff y a la WCW en su totalidad.
“¡Han estado por aquí abriendo mucho
su bocota durante seis meses!” —vociferó Nash— “¿Aquí es donde juegan los niños grandes? Vaya broma”.
La implicación era clara: Bischoff había estado haciéndoselas a la WWF en Nitro, a través de ardides como anunciar
los resultados de los shows grabados y burlándose de sus estrellas. Ahora, aquí
teníamos a las dos mayores estrellas de la WWF confrontando a Bischoff sobre
sus acciones y amenazándolo con desmantelar toda la WCW. En un golpe que sólo
puede ser catalogado de maestro, las palabras “WWF, Razor Ramon” y Diesel”
nunca fueron mencionadas. Y en efecto, las palabras más pesadas nunca fueron dichas.
La cereza sobre el pastel fue ver a la WCW derribando a la parodia hecha por la
WWF “El billonario Ted”, una serie de fragmentos paródicos en los que actores
ancianos actuaban como Hogan (“The Huckster”) y Randy Savage (El “Nacho Man”),
haciendo muy poco por la WWF, y más bien generando interés en el producto de la
WCW.
Todo nos condujo a Great American
Bash ppv, un evento extraordinario, no sólo por las luchas en el ring sino
por los planteamientos de guion que ha llevado a muchos fans a considerarlo
como el mejor ppv estadounidense de todos los tiempos. Antes del evento
principal, Hall y Nash aparecieron e interrumpieron los actos, generando la más
grande reacción de todo el show. En efecto, la muchedumbre empezó a gritar
“¡Diesel, Diesel!”, lo cual fue impresionante, puesto que ninguno de los dos
había dicho su nombre en la promoción hasta el momento.
Después de insultar a Bischoff una vez más, Hall y Nash hicieron una
solicitud clara: una lucha de tres contra tres en el siguiente Bash at the Beach ppv. Éste asintió, antes
de que le preguntaran quiénes serían los tres de la WCW. Bischoff no le quiso
decir, así que Hall lo golpeó en el estomago y lo envió a los brazos de Nash,
quien lo agarró y a continuación le hizo una powerbomb sobre una mesa fuera del
escenario.
El público se volvió loco. El Armagedón había llegado: la WWF estaba aquí,
y estaban acabando con la WCW desde arriba.
Antes de continuar, es necesario decir que la manera en que la WCW había
inicialmente bookeado a Hall y Nash no era nada del otro mundo. La idea para
atraer dinero en wrestling es simple: crear un combate que los fans quieren
ver, y todavía más importante, uno por el que pagarían por ver. Si los fans
perciben que uno de los bandos tiene cero chances de ganar, ellos no van a querer
verlo hasta el final. Después de todo, el resultado de todos los encuentros no debería
ser predeterminado (lo cual es irónico, porque todo el wrestling profesional es
predeterminado). También es crucial que las dos facciones sean percibidas como
iguales: si un main-eventer lucha contra un chico low-card, los fans van
inmediatamente descartar esa lucha. Cuando Hall y Nash hicieron su debut, ellos
eran tratados como algo fuera de lo ordinario, ya que parecían absolutamente
dominantes. Ellos eran una gran amenaza, no sólo para tal o tal luchador, sino
para la WCW en su totalidad.
Nunca antes dos tipos habían llegado a una compañía y habían actuado como
si ésta fuera su patio de juegos personal. A eso se le llamaba un “intento
hostil de toma del poder”, y por Dios, eso es lo que era. Durante las luchas en
las que ellos no tenían nada que ver, el equipo de anunciantes debía hablar
sobre ellos, temiendo sobre lo que pudiese pasar cuando ellos se asomaran. Esos
“outsiders” eran una amenaza que no sólo hacía que todos estuviesen en alerta,
sino que provocaba que todo el equipo de anunciantes tuviese guardias armados
que los protegiesen. Una cosa es dejar noqueado a un tipo en el ring, y otra,
ser tan dominantes e intimidantes que obliguen a los guardias de seguridad a
llevar ARMAS.
Esta fue una amenaza que la WCW tomó seriamente. La única forma de
enfrentar a estos tipos, top en la WWF, era utilizar sus main-eventers. En
efecto, desde la primera noche en que Hall hizo su aparición, no fue otro que
Sting el que llegó a defender el honor de la WCW. Esto tiene sentido, si
tenemos en cuenta que Sting fue considerado como el estandarte de la promoción,
ya que a diferencia a diferencia de cualquier otro en WCW, nunca había dejado
la compañía y había seguido en ella tanto en las buenas como en las malas. Si
alguien podía detener esta embestida de la WWF, debía ser Stinger. No obstante,
él necesitaba apoyo, que en este caso se materializaba en otras dos estrellas
de la WCW: Randy Savage y Lex Luger.
Así, el equipo WCW estaba conformado. Sin embargo, seguíamos con una duda
para Bash at the beach: ¿quién sería
el compañero misterioso de Hall y Nash (ahora apodados como los “Outsiders”)?
Claro, uno de los grandes argumentos para vender el ppv era la oportunidad de
ver quién sería el tercer hombre, a pesar de que, en el pasado, el ángulo del
“compañero misterioso” había terminado siendo un completo fracaso en el
wrestling. No obstante, el hecho de que la WCW nos hubiese dado dos sorpresas
monumentales con las apariciones de Hall y Nash convenció a los fans que la WCW
presentaría otro gran nombre. Hasta el momento de las presentaciones en el
ring, la pregunta estuvo en el aire: ¿quién era el tercer hombre?
Hubo varios rumores sobre quién sería el compañero misterioso de Nash
y Hall. Puesto que Hall y Nash habían desertado y parecía que McMahon estaba
teniendo problemas para mantener a sus talentos, una teoría hablaba de que el nuevo
tránsfuga era Bret Hart. Y puesto que se sabía que Bret estaba siendo infeliz
con su posición actual en la jerarquía de la WWF, parecía que él iba a ser el
tercer hombre. Aunque en realidad, Bischoff no comenzaría las negociaciones con
Bret sino hasta varios meses después de The
Bash, así que nunca habría sido él.
Con el público estirando sus cuellos hacía la rampa de entrada, Michael
Buffer hizo las presentaciones. Pero algo no estaba bien: sólo Hall y Nash
entraron al ring. Los comentaristas inmediatamente empezaron a gritar de que
esto era injusto, y con esto se quería enviar un mensaje, puesto que después de
todo, ¿no debería estar el equipo de comentadores felices con el hecho de que
fuese ahora un hándicap match?
Aparentemente no, puesto que Tony Schiavone, casi que derramando
lágrimas empezó a gritar “¡deberían
decirnos quién es el tercer hombre ahora!”. Su colega respondió “Ellos saben lo que están haciendo. Ellos nos
tienen en el borde de nuestros asientos, haciendo que nos suden las manos”.
Aquellos dos se veían seguros, y tanto el público del lugar como el resto de las
personas que estaban mirando el evento en casa se preguntaban qué demonios
estaba pasando.
Gene Okerlund fue hasta el ring para preguntar dónde estaba el tercer
hombre. Hall, con un acento puertoriqueño, como el que había utilizado cuando
era Razor Ramon, replicó “Tú sabes, Scheme Gene, tú sabes mucho en este
momento. Todo lo que necesitas saber, hombrecito, es que está aquí y está
listo”. Nash siguió sus palabras y proclamó “él está aquí, Gene, pero somos lo
suficiente para manejar esto aquí y ahora”.
Él tenía razón, Nash y Hall comenzaron una completa disección del público
de la WCW, noqueando a Luger casi que al momento de comenzar la lucha. Esto
favoreció la especulación sobre si Luger volvería como el tercer miembro,
aunque eso no estaba en los planes. Y sólo en caso de que la gente en casa no
se hubiese dado de que Nash y Hall eran malas noticias, los comentaristas
empezaron a rogar a un tercer hombre que saliera, para que el equipo WCW tuviera
de nuevo una ventaja de 3 contra 2. Ellos necesitaban ayuda, puesto que los
Outsiders estaban acabando con Sting y Savage. (Nota para los promotores de wrestling: así es como se bookean unos
buenos heels). Finalmente, Sting pudo hacer el tag a Savage y el público se
volvió loco. Un golpe bajo después, Savage estaba de nuevo en el piso.
Y justo cuando las cosas parecían más sombrías, la gran estrella de la WCW
hizo una gran aparición en el pasillo: Hulk Hogan. Mientras éste bajaba por la
rampa, los fans empezaron a gritar “WCW será finalmente salvada”.
Hogan analizó el ring, mientras Hall y Nash se salieron de él, dejando a
Randy Savage sólo en el ring tendido de espaldas. Hogan observó nerviosamente
alrededor del ring y miró por un momento en dirección al público. Sin dudas,
Terry Bollea tenía varias reservas sobre lo que su personaje tenía qué hacer.
Por primera vez en la década, y por primera vez desde que se tomó la nación
como Hulk Hogan, estaba a punto de convertirse en heel.
El tercer hombre había llegado.
Hogan le hizo un leg drop a Savage. Sting volvió para intentar salvarlo,
pero fue rápidamente despachado. Una y otra vez, Hogan le dio una paliza a
Savage, parando sólo para darle los cinco a sus nuevos amigos. El mundo del
wrestling veía a su número uno convertirse en heel. Y la WCW estaba a punto de
despegar hacía la estratosfera.
Gene Okerlund mandó a tocar la campana una vez más para saber qué demonios
había pasado. Hogan empezó su diatriba: “Significa
Gene, que la primera cosa que necesitas hacer es decirle a esta gente que
cierre la boca si quieren saber lo que tengo por decir. La primera cosa que
tienes que entender, brother, es que este es el futuro del wrestling. ¡Llámalo
el Nuevo Orden Mundial (New World Order) del wrestling, brother!”. Y así,
el grupo tuvo su nombre
¿Qué los motivaba? “Estos dos tipos
vienen de una gran organización del norte. Y todos se preguntan quién es el
tercer hombre. Bueno, ¿quién sabe más de la organización que yo, brother? Hice
de esta organización un monstruo. Hice que las personas se volvieran ricas ahí.
¡Hice que las personas que manejaban aquella organización se volvieran ricas,
brother! Y cuando todo eso sea pasado, el nombre de Hulk Hogan, el hombre Hulk
Hogan será más grande que toda la organización. Y luego el Billonario Ted quiso
hablar de negocios con Hulk Hogan. Me prometió películas, millones de dólares y
luchas de talla mundial. Pero en cuanto al Billonario Ted, como Bischoff, como
la forma en que va la WCW, estoy cansado, brother”.
Los fans se empezaron a poner iracundos y lanzaron basura al ring. Lo que
empezó como un vaso de papel, se convirtió en un montón de basura que caía
sobre Hogan, Hall y Nash. En efecto, toda el área se transformó en cualquier
cosa diferente de un ring de wrestling, más cercano a vertedero confinado por
cuerdas y tensores.
Hogan continuó “en cuanto lo que me concierne,
¡toda la basura en el ring representa esos fans que están ahí! Por dos años,
dos años, mantuve mi cabeza en alto; hice todo para la caridad, para los niños,
y el recibimiento que tengo cuando salgo de acá, ¡se lo pueden meter, brother! ¡Porque
si no fuera por Hulk Hogan, ustedes no estarían acá! Si no fuera por Hulk
Hogan, Eric Bischoff seguiría vendiendo carne en un camión en Minneapolis. ¡Si
no fuera por Hulk Hogan, el wrestling no existiría!”.
Tony
Schiavone concluyó la transmisión con estas palabras: “estamos observando el fin de la Hulkamania…Hulk Hogan ¡puedes irte al
infierno!, ¡derecho al infierno!
En este punto, el nombre New World Order estaba aquí, a pesar de los
esfuerzos del comentarista Larry Zbysko por llamarlo New World Odor. Ese Larry,
era un tipo muy listo.
Se venía
un tiempo largo, tanto para Hogan como para los fans que habían crecido
aburridos con la imagen de buen tipo que Hogan había utilizado durante varios
años. En efecto, un puñado de fans habían estado abucheando a Hogan antes del
cambio, y ahora tenían carta blanca para tirar sus pulmones contra el tipo.
Hogan había visto caer su popularidad, llevando su carrera a una encrucijada:
ser un chico malo no era lo que le gustaba per
se, pero Bischoff le dio un excelente argumento: como babyface, Hogan había agotado su bienvenida, pero como heel, podría
estar entre los principales de nuevo.
Era una
buena razón, pero Bollea no era capaz de decidirse. Él tenía grandes reservas
sobre dejar lo que había sido hasta ahora un rol seguro (aunque no por ello tan rentable como antes) como el chico bueno
número 1 del wrestling. Él empezaba a decaer como babyface…así que, ¿por qué no
fracasar como heel? Los chicos malos no venden camisetas, ni tienen roles
importantes en películas. En efecto, como heel, Hogan nunca había luchado en un
maint event. Además, no muchos, sino los fans más cafeteros, saben que Hogan
inició su carrera nacional como heel para la World Wrestling Federation en
1979, bajo la tutela de managers malvados como Fred Blassie, enfrentándose a
favoritos del público como Andre el Gigante. En efecto, su cambio a babyface se
dio por accidente, cuando se suponía que debería debutar para la AWA de Verne
Gagne el 9 de agosto de 1981 como heel, pero por alguna extraña razón, los fans
se volvieron locos con él.
A mediados
de 1996, Hogan tenía pocas opciones. Su contrato con la WCW debía terminar
después de dos ppvs más y no tenía nada que más que lo impulsase. Él había
intentado uno de sus trucos habituales, meses antes, pero éste había fracasado:
Los playoffs de la NBA se acercaban, así que lo dejaron irse a filmar una
película. Claro, los playoffs causaron un derrumbe de los ratings de Nitro, así
que su plan era volver y decir que la razón de ello es que él se había ido a
filmar la película. Hubo sin embargo un problema en su plan: él se fue mucho
tiempo, y cuando los playoffs terminaron, Nitro empezó a hacer mejores números
que cuando él era main-eventer cada semana. Así que, al menos dos semanas antes
de Bash, Hogan había decidido convertirse en heel. La apuesta lo compensaba.
Hulk Hogan, chico malo, se convirtió en la comidilla de la industria del
wrestling. Su carrera se rejuveneció instantáneamente, dándole a la WCW una
inyección de energía. Además, los fans que no seguían la WCW, querían saber qué
había llevado a esa serie de catastróficas desdichas.
La noche
siguiente en Nitro, Hogan emprendió
otra diatriba, dejando salir sus sentimientos sobre la noche anterior,
agregando que, si los fans no les gustaba lo que tenía por decir, “se lo podían
meter”[1].
Cualquiera de los involucrados en el mundo del wrestling—especialmente
promotores y bookers— deberían tomar nota que incluso cuando las cosas parecen
surgir de un momento a otro, nada ocurre de la noche a la mañana. Todos los
ángulos que la WCW bookeó a mediados de 1996 incrementaron ciertamente el
interés del fan casual en el producto. Sin embargo, este interés no le dio
suerte de inmediato a la compañía, ya que a pesar de todo el hype generado
alrededor de Bash at the beach, el
show vendió menos que el mismo ppv el año anterior (0.71 contra 0.82). Los
ratings de Nitro subieron, pero
fueron un poco engañosos, debido a una primera hora sin competencia. Y el House
Show que creció un enorme 125 por ciento, fue el resultado del feudo Flair vs
Savage que había empezado a comienzos del año y no tenía nada que ver con la
nWo.
Con Hogan,
Hall y Nash pisoteando a la WCW, parecía evidente que toda la promoción debía
comenzar a congregarse para enfrentar esta invasión. El Gigante—campeón de la
WCW en ese momento— dio un paso adelante para defender el honor de la WCW,
además de su título. Este fue un giro mayor en la formación del ángulo, ya que
El Gigante se había convertido en heel antes del cambio de Hogan.
Entonces,
era toda la WCW contra el nWo, ya que los invasores empezaron a agredir a
cualquiera de la compañía con una serie de ataques sorpresa, que terminaban con
los miembros pintados con el logo de la nWo en spray. Uno de los que más sintió
este ataque fue Rey Mysterio Jr. de 1.73 m por parte del grandulón de 2.13 m
Kevin Nash, quien lo estrelló como dardo contra un remolque. Arn Anderson de
los Four Hoursement también fue herido durante una paliza, mostrando que al nWo
le daba igual si la persona era face o heel; todos eran sus enemigos. Todos,
desde leyendas como Ric Flair, hasta luchadores de menos categoría como Brad
Armstrong. Todos ellos se unieron contra la arremetida del nWo.
Para
hacerle frente a todas esas personas, era claro que Hogan, Hall y Nash
necesitaban de más miembros. Así que llegó el día de Hog Wild (un ppv anual que nació del Sturgis Motorcycle Rally). Las luchas tenían lugar en mitad del
campo con miles de moteros borrachos, a quienes la WCW no les cobraba por
asistir al evento. En otras palabras, la boleta costaba cero dólares. A pesar
de esta ausencia de ingresos, la compañía mantuvo el evento durante los
siguientes años, principalmente debido al hecho de que Eric Bischoff era un
gran entusiasta de las motos.
En esta
ocasión, los comentaristas Dusty Rhodes y Tony Schiavone (que parecían por sus
atuendos, una pareja de moteros gays) abrieron el programa proclamando que la
WCW se había tropezado con la evidencia de que la nWo estaba creciendo, y sus
números crecerían, por lo menos en un hombre, al final de la tarde.
El show en
sí fue más bien aburrido y soso, teniendo de un lado una lucha de mujeres en la
que participó Madusa Micelli, quien se había hecho un nombre un año antes al
aparecerse en Nitro tirando a la
basura el título de mujeres de la WWF. Esta noche, Micelli derrotó a Bull
Nakano de Japón, quien fue más o menos el espectáculo. Se trataba de una bestia
de más de 200 libras, cuyo pelo medía como dos pies desde su frente. Ella
parecía el puercoespín más brutal de Japón. Pero era una competidora
extraordinaria en el ring, y las dos nos dejaron muy buenas peleas. Michelli y
Nakano habían anteriormente tenido una fuerte rivalidad en la WWF, cuando
Micelli, deseando mejorar la división de mujeres (que nunca había sido tomada
en serio en Estados Unidos), le solicitó a McMahon a traer varias de las top
stars de Japón. McMahon, sin embargo, pensó Micelli estaría mejor servida
luchando contra Ronda Singh, de 350 libras, a quien había apodado Bertha Faye, la
reina del parque de caravanas. Madusa estuvo más que feliz de irse de la WWF
apenas tuvo la oportunidad.
Haciendo
gala de la tradicional naturaleza xenofóbica del público del wrestling
profesional (especialmente aquel en el cual se encuentran cientos de moteros
completamente borrachos), Hog Wild vio
a dos luchas enfrentándose por el derecho a romper la motocicleta del oponente.
Debe mencionarse que el manager de Bull era el típico estereotipo japonés
chiquitico, Sonny Onoo, quien luego iniciaría acciones legales contra la WCW
por discriminación racial. Lo anterior, a pesar de que éste había dicho durante
la lucha que él conducía su motocicleta “como un kamikaze”. En cualquier caso,
a pesar de los mejores esfuerzos de Nakano y Onoo (quien infortunadamente no
llegó a buen puerto con su misión suicida en su Honda), Madusa terminó
haciéndose con el martillo para romper la moto ante la ovación del público.
De camino
al evento principal, el New World Order no había revelado quienes eran sus
nuevos miembros. Al menos no oficialmente. Durante el enfrentamiento entre los
Outsiders contra Luger y Sting, parecía que el primero ganaría haciendo rendir
a Hall. Sin embargo, el arbitro Nick Patrick, de forma voluntariamente
accidental se enganchó a la rodilla de Luger, permitiendo a Hall agarrarlo para
el conteo. Esto nos llevaría a un larguísimo ángulo en el que Patrick se
volvería el oficial “oficial” del grupo. No obstante, en este punto, Patrick no
era oficialmente heel y el nWo no había todavía reforzado sus filas.
De nuevo,
en el main event, parecía como si solo el Gigante pudiera hacer algo, hasta que
Hogan le dio un buen golpe con el cinturón de campeón, dejando al grandulón
tirado durante los siguientes 15 minutos. Ellos debieron haber reemplazado el
oro con el plomo. Pero más allá de aquellas inconsistencias metalúrgicas, la
victoria le dio al nWo el primer campeonato, y sobre Hogan se posaron todos los
reflectores de nuevo. Entonces salió Ed Leslie, amigo de vieja data de Hogan, y
quien había sido un tipo de gimnicks realmente horribles. La última vez que los
fans lo habían visto, se trataba del Bootyman, un personaje que agitaba su
trasero ante la cámara para el deleite de nadie y utilizaba el high knee[2]
(entiendo, ¿el “hiney”[3]?)
como su finisher. Así que como Hog Wild tuvo
lugar el día del cumpleaños de Hogan, Leslie, en un intento de adulación con el
Hulkster le trajo un pastel. Hogan agradeció a Leslie, antes de proceder con
los Outsiders a darle una paliza. Qué ingrato. Luego procedieron a escribir sobre
él, con aerosol, las iniciales “nWo” haciendo que los comentaristas volvieran a
empezar a gritar como locos.
Fue más o
menos por esta época que el New World Order empezó a poner al aire una serie de
viñetas en los shows de la WCW. Estos eran filmados enteramente en blanco y
negro y contenían toda clase de extraños trucos con la cámara y el sonido.
Parecía como si alguien hubiese filmado eso con media docena de temblorosas
cámaras portátiles con defectuosos lentes de zoom. Al final de cada uno de esos
segmentos, había un mensaje en blanco y negro que decía “el anuncio que acaban
de ver fue pagado por el New World Order”. Era algo que nadie en el mundo del
wrestling había visto hasta el momento, muy vanguardista y tan diferente que
los fanáticos inmediatamente prestaron atención.
En efecto,
los fans le prestaban atención a cualquier cosa del grupo en este momento. Ellos
hicieron entrevistas en las que decían cosas que parecían que estuviesen fuera
de cámara, algo que nadie había hecho hasta el momento. Ellos interrumpían
peleas, amenazaban a los comentaristas, y al resto de la promoción en el
camino. Más que nada, se pensaba, ellos hacían lo que ellos decían que iban a
hacer. Ellos habían dicho que ganarían cinturones y lo hicieron. Ellos decían
que les darían una paliza a algunas personas y lo hicieron. Y lo más importante
para la compañía, ellos dijeron que iban a traer espectadores y con la invasión
del nWo como historia principal de la promoción, los ratings de Nitro empezaron a estar por encima de
los de Raw, dándole una completa paliza a sus competidores.
Viendo que
el New World Order tenía fanáticos en las esquinas de sus asientos, se decidió
que era el momento para agregar más miembros. Así que después de un ataque a sus
compañeros del stable Dungeon of Doom, el Gigante bajó al ring al parecer por
venganza contra Hogan y su grupo. No obstante, en un momento que no tuvo ningún
sentido desde el punto de vista del storyline, Gigante traicionó a su equipo y
se unió al nWo (la razón para este absurdo, fue que Davey Boy Smith debía ser
el cuarto miembro, pero el día en que se supone que debía dejar la WWF, renovó
su contrato por cinco años más). Incluso a pesar de que los nWo eran
técnicamente heels, los fans pedían y gritaban por ese cambio de El Gigante,
sobre todo porque los cuatro llamados “chicos malos” eran completamente raros y
estaban en camino a destruir a los ocho luchadores más importantes de WCW.
Durante la presentación oficial del Gigante al grupo, Scott Hall,
actuando como un payaso, le preguntó si Andre el Gigante era en realidad el
papá de El Gigante, haciendo referencia a un patético ángulo del año anterior,
en el que esta afirmación era tomada como una verdad. Así que completamente
molesto con aquella improvisación, el Gigante miró fijamente a Hall y con una
mirada asesina le respondió “no vayas por ahí”.
Poco después del cambio de bando del Gigante, Ted
DiBiase hizo su aparición en Nitro sentado en el público. Él se convertiría
eventualmente en el portavoz del New World Order. Esta trama tenía un poco más
de sentido. Sobre todo, teniendo en cuenta que el personaje de DiBiase en la
WWF era el Million Dollar Man, y él explicaba que era el benefactor que
permitía al grupo tener talento de alto valor y comerciales al aire en la
televisión de la WCW. El grupo veía entonces la llegada de su miembro número 5.
El miembro número 6 fue todavía más chocante puesto
que se trataba del luchador número 1 de la WCW combatiendo contra su compañía:
Sting. Aunque no era en realidad Sting, y se trató del comienzo de un tremendo
ángulo que ayudo a montar el ppv más exitoso de toda la historia de la WCW.
Irónicamente, sin embargo, el primer ángulo que fue filmado en esta trama hizo
que más o menos 700.000 personas cambiaran de canal inmediatamente.
El ángulo empezó en septiembre 9 de 1996, en Nitro. La limosina negra del nWo estaba
esperando en el parqueadero, cuando Lex Luger se fue a darle caza a la gente de
ese grupo. Fuera del auto, en la tenebrosa noche, salió Sting, quien, con la
ayuda del resto del grupo, procedió a darle una paliza a Luger. Esto tenía poco
sentido, si tenemos en cuenta que Sting había sido la voz cantante contra los
invasores y había, en efecto, suplicado a Flair y Anderson de unírsele a él y a
Lex Luger para luchar contra ellos en el próximo War Games que tendría lugar en Fall
Brawl. El Team WCW parecía un desastre, ya que después de todo, si Sting estaba
en el otro lado, ¿quién defendería el honor de la WCW en War Games?
Además de la pelea de War Games, el aspecto más notable de Fall Brawl 1996 fue el increíble número de luchas destacadas que
hubo en el show. No sólo Chris Jericho hizo su debut en un PPV de la WCW contra
Chris Benoit en un evento fantástico, sino que Juventud Guerrera, Chavo
Guerrero Jr, Super Calo, Rey Mysterio y Diamond Dallas Page tuvieron increíbles
salidas también. Esta sería la fórmula que los PPV de la WCW conocerían: fantásticas
luchas preliminares, seguidas por peleas en evento principales con grandes
nombres que no eran muy buenas desde el punto de vista del wrestling. Y cuando
Sean Waltman —conocido en la WWF como el 1-2-3 Kid— se unió al nWo como Syxx
(porque ya saben, era el sexto miembro, ya que Sting no se había en realidad
unido) el grupo se encontró con trabajadores talentosos que estaban dispuestos
a ayudar a llevar la carga en sus luchas antes de los eventos principales.
Waltman había en realidad establecido su debut en Hog Wild después de que la WWF acordó liberarlo de su contrato. Sin
embargo, los planes de la WCW para su debut debieron prolongarse puesto que la
WWF “olvidaba” constantemente enviar los papeles de la liberación.
Extrañamente, su regreso a la WWF años después, también lo mantendría estancado
en medio de un juego político.
Mientras los eventos principales eran generalmente
malos en el ring, sería equivocado decir que les faltaba drama. No importaba
que el drama no tuviera ningún sentido. En efecto, la lucha de los War Games
tuvo a todos pegados a la acción, con la pregunta ahora invertida: ¿quién
desearía hacer equipo con Flair, Luger y Arn para acabar con la nWo? La
pregunta parecía no tener respuesta en una entrevista inmediatamente anterior
al evento principal de los War Games, en la que Sting aparecía ante sus
antiguos compañeros alegando inocencia: “Todo
lo que tengo que decir es que no soy yo, no fui yo Lex”. Nunca se explicó
por qué Sting esperó seis días para tener esta charla con sus amigos en lugar
de llamarlos de inmediato para explicar que no había sido él quien los atacó.
Luger, Anderson y Flair no le creyeron, y entonces, como una banda de idiotas
babyfaces, el grupo bajó al ring para enfrentar a Hall, Nash, Hogan y su
compañero, que no era otro sino…Sting.
Pero claro, no era el verdadero Sting, sino el
impostor. El público se dio cuenta de ello de inmediato, a pesar de que los
comentaristas no lo hicieron. Minutos después, el verdadero Sting llegó al ring
y los comentaristas se dieron cuenta. Sin embargo, el resto del Team WCW sólo
retrocedió y observó al verdadero Sting ir al trabajo, aparentemente sorprendido
por sus acciones. Luego de haberse encargado de todo el nWo, volteó en
dirección a Luger y gritó “¿Esto es prueba suficiente para ti?” Luego procedió
a mandar al diablo a Luger y se fue del ring. Anonadado por la partida del
verdadero Sting, Luger fue víctima del falso Sting y el nWo se marcó otra
victoria. Para cerrar la noche, Randy Savage —otro chico bueno que se suponía
que tendría la próxima oportunidad por el título de Hogan— fue completamente
arrasado por el nWo, dando la impresión de que no tendría ninguna suerte.
Para Sting, la trama en la que fue traicionado tanto
por la WCW como por el nWo empezó a desarrollarse. Él cambió totalmente de imagen, cambiando su
típico clásica chaqueta tipo Sgt. Pepper por una larga gabardina negra. También
se fue su peinado rubio puntiagudo y su actitud extrovertida. En su lugar,
quedó una silenciosa y casi fantasmal figura que se parecía al personaje de la
película de El Cuervo. Además, debió
pasar más tiempo en las vigas, observando silenciosamente las actuaciones. Cada
semana, los comentaristas se preguntaban sobre sus lealtades, valiéndose de
pistas como el color de su maquillaje para indiciar si era o no del nWo. Nunca
dio entrevistas y aunque no luchaba, seguía siendo presumiblemente el elemento
más interesante de la compañía.
No sólo los ratings se elevaron, sino que los
eventos tomaban también una dirección diferente. Durante todo el otoño, la WWF
y la WCW se enfrascaron en una de las más grandes pujas de la historia del
wrestling por los servicios de Bret Hart. WCW lo quería como el salvador de la
compañía para las grandes peleas con Hogan y sus compinches. La WWF no quería
perderlo. Ambas compañías habían hecho grandes ofertas nunca antes escuchadas
en la industria: WCW le ofreció un contrato de 2.8 millones por tres años,
mientras la WWF un contrato de 12 años por 12 millones de dólares. Al final, él
firmó lo que suponía iba a ser su último contrato con la WWF de su carrera, lo
cual al final terminó siendo, aunque no de la manera que él esperaba[4].
Pero no fue el único grande que firmó. Hogan renovó
con un lucrativo contrato de tres años después de afirmar que la WWF estaba
ofreciéndole un contrato de 5 millones de dólares para irse de la compañía.
Nadie en verdad le creía, excepto aquellos con una posición para escuchar su
embuste. Roddy Piper también firmó un trato para venir y recrear su feudo de mediados
de los 80s con Hogan. A pesar de que él apenas podía moverse después de haber
sufrido una cirugía de cadera, fue un movimiento listo de la WCW, ya que la
audiencia de Nitro era más vieja que
la de Raw, y así la nostalgia los
hacía recordar aquellas grandes estrellas de su juventud.
Y aquella audiencia estaba creciendo. El 26 de
agosto, Raw fue adelantado a causa del torneo de tenis U.S. Open y Nitro desarrolló un ángulo alrededor de
Sting que marcó, sin oposición, un 4.3 en rating: de lejos, el número más
grande en toda su historia. Cosas empezaban a ocurrir.
Habían pasado cinco meses desde el inicio del ángulo
con el New World Order, y éstos tenían absoluto éxito. La WCW parecía una banda
de ineptos, puesto que Hall y Nash ganaron tanto los títulos de pareja como el United
States title (todo rápidamente). En Halloween
Havoc, un show con el record de haber hecho $94.000 en su primer día de
venta de boletas, la WCW puso a
Savage contra Hogan en un esfuerzo por recuperar el título mundial de la WCW.
No obstante, a pesar de que tuvieron luchas muy buenas en la WWF, esta vez, el encuentro
apestó, debido a que los dos tipos parecían ya estar entrados en años, lo cual
se vio.
Y hablando del Padre Tiempo, éste apareció en una
forma humana llamada “Rowdy” Roddy Piper al final del show.
“Así que estás
aburrido”—empezó Piper— “¡Vine aquí
para romper tu monotonía! No estoy acá para representar a la WCW, la NWA, o el
SPCA o SOB, además que puedo ser SOB cuando se me de la gana. ¡Sólo soy un gran
ícono en el deporte como tú, Hogan! ¿Sabes qué te molesta? ¡Que soy el único
tipo al que nunca has vencido!”.
Aunque aquello no era completamente cierto, nos empezó
a montar para Starrcade 1996 a Hogan vs Piper. Pero antes de que
tuviera lugar aquello, Eric Bischoff salió en Nitro para decir que por razones
(en las cuales no entraremos) la pelea entre Hogan y Piper no tendría lugar.
Interrogado por los comentaristas, Bischoff empezó a echar humo. Él había
argüido que, a pesar de sus mejores esfuerzos, Piper no le devolvía las
llamadas ni sus correos en los que le decía que firmara el contrato para
enfrentar a Hogan. Algo parecía que no iba bien. Pronto Piper llevó contra la
esquina a Bischoff en el ring, y el nWo entró para revelar su nuevo miembro:
¡Bischoff en persona!
Existen muchas razones por las que Bischoff se convirtió en el líder
en pantalla de la nWo. Primero, y más importante, era que Raw se había movido a
una hora antes de 8 a 9 pm. Sabiendo que ahora tendrían que promocionar una
buena hora de Nitro que evitara a los
fans cambiar de canal a Raw, la idea
de Eric era dividir el show en dos: una hora que fuera un show de nWo, y otra
que fuese el show de la WCW. La gente reaccionaba más al nWo en los programas,
así que Bischoff pensó que nWo vs Raw sería mejor que WCW vs Raw. También quiso
que todos supiesen que estaba en directo haciendo comentarios al mismo tiempo
que Vince McMahon, porque le gustaba volver loco a Vince semana tras semanas, a
miles de kilómetros lejos de ahí. Y claro, también le gustaba la idea de ser
una estrella de televisión con el grupo heel de moda en el wrestling.
Bischoff, el personaje, fue uno de los líderes en
las tramas relacionadas con el nWo.
Desde esa perspectiva, tenía sentido que quien había orquestado la
llegada de todos esos exWWF, o aquel que les dio a los invasores aquella
libertad para hacer lo que quisieran tuviese el derecho de serlo. Y no se
equivoquen, Bischoff era muy bueno en ese rol. Su actitud petulante y arrogante
había alienado a varios fanáticos del wrestling, y ahora tenía la oportunidad
de ser, con todo, lo que quería ser.
Su primera orden fue darles la oportunidad a los
luchadores de la WCW de unirse a la organización de elite más prestigiosa que
la industria del wrestling había visto, vía una campaña de membresías para el
New World Order. Efectivamente, él le dijo a todo el roster que o estaban con
ellos o contra ellos. Esto llevó a un montón de mid-carders —Big Bubba, Soctt
Norton, Michael Wallstreet, entre otros— a unirse a ese conglomerado de heels,
y este pudo ser el primero de los errores de Bischoff en el bookeo de la trama
del New World Order. Antes, el nWo eran los tipos de nivel top de la industria.
Ahora, se había reducido a un montón de luchadores que estaban lejos del top,
ganándose fácilmente su entrada al otrora grupo de élite.
El siguiente PPV, World War 3, tuvo una sobrevendida y confusa batalla royal de tres
rings y 16 tipos. En el show, Hogan y Piper habían tenido otra confrontación en
la que Hogan informó al mundo que Piper era en realidad un viejo con una cadera
de plástico, llegando al punto de alzarle la falda, para mostrar al mundo la
cicatriz de su cirugía de reemplazamiento de cadera. Después de apodar a Piper
“Pegleg Pete”[5],
Hogan firmó el contrato para una lucha en Starrcade. Un contrato que, según la
trama, Piper había traído (no se olviden de este detalle, va a ser importante
después). Luego el nWo le dio una paliza a Piper una vez más, aunque estaba vez
Piper pudo ponerse de pie y volver cojeando. El resto del show fue algo más
bien tranquilo, con el Gigante ganando la batalla royal por una oportunidad por
el título de Hogan que tendría lugar en algún momento en el futuro.
El contrato firmado montó lo que sería Starrcade, que había sido
tradicionalmente el show más grande del año de WCW. Y, como muchos de los otros
ppvs que le precedieron, tuvo muy buenas luchas de los sospechosos habituales
de siempre como Dean Malenko, Chris Benoit y Eddy Guerrero. Además, en una de las
primeras victorias de la WCW desde la formación de la nWo, Lex Luger cubrió al
Gigante, luego de que Sting bajara al ring, le susurrara algo al oído y le dejara
su habitual bate de beisbol, con el cual Luger le dio al grandulón para el
conteo.
El evento principal, claro, era el atractivo del
show. A pesar de que aquellos dos tipos no tenían el mejor físico en estos
momentos, Hogan vs Piper cobró muchísima atención, sobre todo por parte de los
fanáticos casuales de la WCW. Aquellos fanáticos, seguramente recordarían sus
batallas del pasado (como el primer Wrestlemania o aquellos combates en MTV que
lideraron), así que el factor nostalgia pegó fuerte. Y para ser honestos, la
trama que nos trajo a esta pelea estuvo bien montada, con los dos tipos
llevando sus roles a la perfección: Hogan en la cumbre como un matón
insoportable, y Piper como el babyface que nunca se rendía.
Aunque la construcción de la rivalidad fue muy
buena, la pelea por el contrario no. Fue muy evidente, incluso para el más
fanático de Piper, que sus mejores días ya se habían ido; y Hogan, a pesar de
su novísimo rol como chico malo, no parecía mejor. Los dos tipos se la pasaron
lastrados alrededor del ring, haciendo lo que mejor podían, dando bofetadas
como si fueran una pareja de mariquitas. Piper finalmente perdió el control con
un cómico ataque de patada y puño, al que Hogan respondió con aruñazos. Basta
decir que estuvo lejos de que los fans se habían imaginado luego de una tarde
llena de excelentes luchas por parte de los mid-carders. El público cayó en
silencio, esperando la ineluctable llegada de los nWo, pero Piper estuvo listo
para deshacerse del Gigante y le aplicó un sleeper a Hogan, el movimiento más
old-school que hay. El brazo de Hogan bajó tres veces, y el arbitro Randy
Anderson mandó a sonar la campana.
El público estaba anonadado. ¿Desde hace cuanto
alguien no ganaba una lucha con una llave sleeper, por Dios? No duró mucho este
pensamiento, sin embargo, antes de que aprehendieran que Hogan había sido
derrotado. Mientras la muchedumbre celebraba, todos esperaban el momento en el
que el cinturón dorado se posara en la cintura de Piper. No obstante, nunca
pasó, puesto que la pelea fue una inexplicable lucha sin título. Y puesto que
Piper fue el que llegó por su cuenta con el contrato (por eso les decía que iba
a ser algo importante), por este medio nominamos a Roddy Piper como el babyface
más tonto de 1996. Pero también debemos condenar a la WCW por promover una
pelea que era más que evidente que se trataba de una lucha por el título. La
WCW nos metió el más grande gato por liebre en el mayor show de todo el año, una
estafa que será recordada por muchos por ese agrio final.
Dejando de lado la forma en que se escribió este
final, el show puede ser considerado como un gran éxito. Se hizo un 0.95 de buy
rate (el cual supera a cualquier otro show del año) y dobló el de World War 3 de un mes antes. La compañía
también se hizo otra victoria en la Monday night wars, acabando con Raw con un
margen de 3.51 contra 1.64 (un gigantesco logro, teniendo en cuenta que el
primer lunes en la noche del año, ellos habían perdido la batalla con un 2.61
contra 2.52).
Nadie podía negar que la compañía estaba en muy buen
camino, haciéndose buenos buy rates y ratings, como nunca antes la WCW había
visto. Bischoff tenía la fórmula, las estrellas, y más importante aún, tenía la
competición que todo el mundo moría por ver. Y lo seguiría haciendo durante un
año entero, desarrollándolo no sólo con anticipación, sino con enormes e
inevitables buy rates.
Sí,
tenía todo el mundo al alcance de su mano, y por difícil que pareciera
imaginarlo, 1997 sería aún mucho mejor.
[4] N del T : Este
libro fue escrito antes del regreso de Bret Hart a la WWF. Por tanto, este
comentario puede parecer obsoleto.
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